Amy Hennig llegó a Electronic Arts en el año 2014 con grandes pergaminos. La creadora de la saga Uncharted, que en esos años era una trilogía, había logrado crear una fórmula que mezclaba una jugabilidad a toda prueba junto con una historia y personajes entrañables.

Su objetivo principal era colaborar en la creación de un nuevo juego de Star Wars, trabajando junto a Visceral Games. El título, sería una especie de Uncharted espacial, un juego single player y lleno de historia.

Pero salvo una colaboración con el juego Battlefield Hardline, donde ofició de escritora, poco se supo del proyecto estrella, el que la llevó a dejar Naughty Dog por EA. Ragtag, el nombre clave del proyecto, siempre fue considerado como una segunda pata relacionada con Starwars, además del ya clásico Battlefront.

Pero el año pasado, EA tomó la decisión de cerrar Visceral Games y junto con el estudio, el proyecto de Hennig para convertirlo en algo más "moderno", es decir, algo por lo cual poder cobrar microtransacciones me imagino. EA ya no tiene espacio para las historias personales, así que acabó no sólo con el estudio, sino que prácticamente con el trabajo de Amy.

Y desde ese momento no se supo más sobre su paradero, hasta que esta semana, en el marco de la conferencia Gamelab, Amy Hennig contó a Eurogamer que desde enero ya no forma parte de EA y que ahora tiene su propio estudio independiente en el cual está trabajando en proyectos de Realidad Virtual. Consultorías, principalmente, pero espera incluir más gente para poder hacer lo que realmente quiere: juegos.

Sobre Ragtag, volvió a confirmar que el proyecto como se conocía ya no existe, y que ahora se reinventó en un juego de mundo abierto, algo totalmente diferente al sello narrativo que Hennig siempre ha sabido dar. Bueno, EA se lo pierde.