Giorgio de Gavardo Prohens (54), el hermano mayor de Carlo (1969-2015), le quedó grabado el nombre Eloy desde que escuchó siendo niño cientos de historias del “Ñato” Eloy de boca de los campesinos, trabajadores y lugareños de Huelquén. El personaje fue un arriero, aventurero y bandido que cruzaba la cordillera y que recorría los mismos senderos del fundo La Vacada donde escribió historias que aún se oyen.
A Giorgio Junior le gustó el nombre, era poco común. Se prometió que cuando tendría un hijo le bautizaría Eloy. Y así fue. Pero tuvo la oposición de su madre María Eugenia, por lo que le puso como primer nombre Santiago en honor al tío que le enseñó a él y a Carlo a andar en moto.
Hoy Santiago Eloy (21) entrena y corre por los mismos lugares donde alguna vez, a principio del siglo pasado, anduvo el “Ñato” Eloy por los senderos y pasos precordilleranos de alto Huelquén. Como asimismo, lo hicieron su padre y tío. Lugares montañosos, con quebradas, bosques y riachuelos donde aprendieron a dominar a la máquina de dos ruedas que catapultaría a Carlo a la cima del motociclismo mundial. Giorgio Jr., en tanto, se quedó a cargo del campo y a criar caballos corraleros. La moto la sigue usando para recorrer el campo.
Según cercanos y amantes de las motos, y hasta el mismo patriarca, Giorgio padre, dicen que el mayor de los De Gavardo era mejor piloto. Más constante y frío a la hora de correr. No tan loco como Carlo, es más, sus amigos lo apodaban “Carloco” porque se pasaba cayendo. Con esa herencia del talento, fue creciendo Eloy, que el fin de semana pasado se tituló por primera vez campeón de Chile de moto enduro en la categoría de 250 cc. También, en los dos últimos años ha sido el pilar de la selección chilena de moto enduro como capitán de Chile en los Six Days.
Eloy se ha forjado en Huelquén bajo la atenta mirada de su progenitor, quien le enseña, guía y aconseja. Desde los 13 años que entrena duro, pero a la vez siempre respondió en el colegio San Isidro de Linderos, donde egresó como uno de los mejores alumnos en 2019. En 2020 se fue a Italia para correr en la tierra de los ancestros, pero la pandemia y el cierre de las fronteras lo obligaron a volver a casa. Preparó la PSU e ingresó a estudiar ingeniería comercial en 2021 a la Universidad de Chile. Hoy cursa el segundo año.
Cada mañana baja desde Huelquén a la estación de Paine junto a su hermano Franco (20) en el auto que comparten. Lo dejan en la estación de Paine y abordan el Metrotren hasta la Estación Central. Ahí hacen transbordo en el Metro hasta sus respectivas escuelas. Eloy va a la de ingeniería comercial y Franco a la escuela de medicina. Por las tardes, Eloy regresa a Huelquén para entrenar en la moto y después hacer trabajo físico. Por las noches estudia sus materias.
A los cuatro años, Eloy se subió a la moto por primera vez, pero se cayó y no volvió a subirse a una hasta los 10 años. Tres años después, a los 13, comenzó a participar en el moto enduro hasta la actualidad. Además del talento que posee, aprendió algunas técnicas de su tío Carlo, pero su entrenador y sicólogo es su padre, Giorgio Junior, quien junto a Carlo aprendieron desde niños a andar en motos en el fundo La Vacada de Huelquén.
-Tu abuelo Giorgio dijo en una entrevista “Eloy es el más profesional de todos los De Gavardo de la nueva generación, es el ‘Carlo mejorado’”. ¿Qué opinas de esta aseveración de tu abuelo?
-Mi abuelo vive en Huelquén, al lado de mi casa en el campo. Desde muy chico me vio entrenar todos los días y siempre con harto esfuerzo. En toda mi familia desde niño nos han inculcado que las cosas hay que hacerlas bien, súper profesional y ser metódico, que eso te va a llevar al éxito. No me gusta dejar pasar ningún detalle. En eso soy súper ordenado y profesional, esto lleva lejos a un piloto o a un deportista.
-¿Qué relación tienes con tus primos Tomás y Matteo? ¿Se juntan seguido, entrenan juntos?
-La relación con ellos es muy buena, somos súper unidos. El hecho de compartir una misma pasión nos une más todavía y siempre entrenamos juntos. Ahora Matteo está en España estudiando mecánica de motos, en tanto, Tomás está en periodismo y dedicado al rally cross country. Siempre que entrenamos juntos, lo pasamos muy bien.
-¿Qué relación tuviste con tu tío Carlo? ¿Fueron cercanos? ¿Te enseñó algo o qué aprendiste de él?
-La relación con mi tío fue buena. No entrené mucho con él porque siempre estaba de viaje o compitiendo afuera. Cuando podíamos entrenábamos, pero de quien más aprendí fue de mi papá, él me enseñó y me entrenaba cuando chico. De él aprendí todo.
-¿Qué significó para ti la temprana partida de tu tío Carlo? ¿Qué recuerdas más de él?
-La partida fue dura, ese día estaba corriendo una competencia en la categoría Promocionales. Ese domingo cuatro de julio de 2015 fue la primera vez que gané una prueba en el Campeonato Nacional de Enduro. Fue súper triste su muerte por el hecho de que no lo pude ver ni pude estar con él antes. Lo recuerdo con mucho cariño, me quedo con hartas enseñanzas, sobre todo el profesionalismo y el trabajo duro que fue algo que nos marcó a todos en la familia, que trabajando muy duro te puede llevar muy lejos.
-Tienes cinco Six Days disputados: España 2016, Francia 2017, Chile 2018, Italia 2021 y Francia 2022: ¿en cuál de todos te ha ido mejor y peor?
-Hace un mes completé mi quinto Six Days en Francia. Estoy súper contento por eso. El mejor resultado fue el 2021 en Italia porque ahí sacamos un cuarto lugar histórico con la selección en la categoría Junior. Demostramos de lo que Chile es capaz. Individualmente, me fue muy bien porque saqué medalla de oro y demostramos el nivel que tiene Chile. El peor Six Days fue este año, no fue malo, pero no fue el resultado que esperábamos. El primer día sacamos un cuarto lugar y creímos que quedaríamos entre los tres primeros, pero tuvimos un problema mecánico en el equipo de uno de los pilotos y yo tuve la lesión en un dedo. Y nos fuimos para atrás. Sin embargo, estamos claro dónde podemos estar y nos dejó súper motivados para el próximo año, que será en San Juan (Argentina). Allá queremos ganar.