Un juez federal sentenció el viernes a cadena perpetua al joven autodescrito como neonazi que mató a Heather Heyer cuando embistió en 2017 su auto contra una multitud que se manifestaba tras una marcha supremacista en Charlottesville (Virginia) argumentando que su liberación sería "un gran riesgo".

James Fields (22) y originario de Maumee (Ohio) fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional. Buscó una sentencia más baja, pidiendo perdón después de que el tribunal vio un video en el que se apreciaba cómo lanzó su auto contra la multitud el 12 de agosto de 2017, ataque en el que también hubo 19 heridos. 

El juez Michael Urbanski se mostró impasible ante su alegato, asegurando que tuvo que desviar su mirada mientras la corte observaba el gráfico video del ataque, en el que se vieron cuerpos volando por el aire mientras Fields los embestía.

La marcha significó un momento crítico en el ascenso de la alt-right, una conjunción difusa de grupos minoritarios unidos por el nacionalismo blanco y envalentonados por la victoria electoral de Donald Trump en la elección presidencial de 2016.

Trump fue criticado desde la derecha y la izquierda por decir inicialmente que había "buena gente en ambos lados" de la disputa entre neonazis y sus opositores en la manifestación. Las citas posteriores del alt-right no lograron atraer multitudes del tamaño de las que se vieron entonces en Charlottesville.

Los padres de Heyer describieron el pesar por la pérdida de su hija.

"Fue un incidente del que nunca me recuperaré por completo", afirmó el padre de la víctima, Mark Heyer. Su madre, Susan Bro, se describió como "profundamente herida" y reconoció que lloraba de forma descontrolada a veces.