El Papa Francisco aseguró en una entrevista al diario español ABC el haber escrito y dejado una renuncia al cargo en 2013, en el momento en que fue elegido sucesor de Benedicto XVI. La idea de esta dimisión es que, en caso de problemas médicos, fuera el número 2 del Vaticano quien asumiera el puesto.

Este sábado precisamente, el pontífice argentino cumplió 86 años, y se operó ya el año pasado para reparar un estrechamiento intestinal, además de haber sufrido últimamente por dolores de rodilla que lo han obligado a usar una silla de ruedas. Ahora bien, una leve mejora en su estado ha hecho que use un bastón en el último tiempo para desplazarse en público.

En la entrevista con ABC aseguró que, en caso de accidente repentino o si las cuestiones de salud le impedían hacer su trabajo, él ya había firmado su renuncia: “Yo la firmé y le dije (a Tarcisio Bertone): ‘En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen’”.

El Papa Francisco, durante una audiencia general semanal en El Vaticano. Foto: Reuters

Bertone, por su parte, dejó la secretaría del pequeño Estado europeo en octubre de 2013. De todos modos, se supone que le habría pasado aquella renuncia al actual secretario de Estado, Pietro Parolin.

En todo caso, Francisco no es el primer caso de un Papa que haya dejado una “carta de renuncia de emergencia”. En la misma entrevista, se indicó que tanto Pablo VI como Pío XII habían tenido ese respaldo.

Al respecto, Francisco ha elogiado en varias ocasiones la decisión de su predecesor, Benedicto XVI, de renunciar al cargo en el momento en que su edad le impidiese cumplir sus deberes. A pesar de esto, el pontífice alemán fue el primero en 600 años en dejar voluntariamente el cargo.

El Papa Francisco junto con el Papa emérito Benedicto XVI. Foto: AFP

En la entrevista, el Papa Francisco señaló que se junta a menudo con Benedicto XVI, que hace casi 10 años abandonó el cargo. “Lo visito con frecuencia y salgo edificado de su mirada transparente. Vive en contemplación… Tiene buen humor, está lúcido, muy vivo, habla bajito, pero te sigue la conversación. Me admira su inteligencia. Es un grande”, comentó Francisco, asegurando que es un hombre de “alta vida espiritual”.

En esa dirección, desde el medio español ABC le preguntaron a Francisco sobre la tarea de reunirse con víctimas de abusos por parte de la Iglesia, cosa que Benedicto XVI empezó ya a hacer. Al respecto, el pontífice expresó: “Es muy doloroso, muy doloroso. Son personas destruidas por quien tenía que haberlas ayudado a madurar y a crecer. Eso es muy duro. Aunque hubiera un solo caso, es monstruoso que la persona que te tiene que llevar a Dios te destruya en el camino. Y sobre esto no hay negociación posible”.

En ese sentido, cuando se le preguntó al Papa qué opinaba respecto a quienes veían tambalear su fe a la luz de los nuevos casos, respondió: “Es positivo que te escandalices de esto. Eso te lleva a actuar para evitarlo, a poner tu aporte. No me asusta. Si la fe se tambalea es porque está viva. Si no, no sentirías nada”.

El Papa Francisco, junto al monseñor Leonardo Sapienza. Foto: AFP

Respecto a los problemas de movilidad que han venido afectando a Francisco en el último tiempo, el pontífice les restó importancia, declarando que “se gobierna con la cabeza, no con la rodilla”.

Al igual que Francisco, Pablo VI tenía una ”carta preventiva” en caso de enfermedad invalidante o impedimento grave. El pontífice italiano, que gobernó la Iglesia Católica ente 1963 y 1978, ya tenía en 1965 esta misiva, que se hizo pública recién en 2018, en un libro editado por monseñor Leonardo Sapienza.

En la carta de ese Papa, el texto señala: “Nosotros, Pablo VI (…) declaramos, en caso de enfermedad, que presumimos incurable o de larga duración... o en caso de cualquier otro impedimento grave y prolongado (…) renunciar a nuestro cargo”. La carta, fechada en 2 de mayo de 1965, fue escrita a mano por el pontífice cuando recién llevaba dos años en el cargo y tenía poco más de 67 años de edad.

En una contribución al libro editado por Sapienza, el mismo Papa Francisco reacciona favorablemente a la misiva de Pablo VI. “Leo con asombro estas cartas de Pablo VI que me parecen un humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia; y una prueba más de la santidad de este gran Papa... Lo que le importa son las necesidades de la Iglesia y del mundo. Y un Papa impedido por una grave enfermedad no podría ejercer su ministerio apostólico con suficiente eficacia”, aseguró el actual pontífice.