La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, buscó justificar este viernes la suspensión de las transmisiones de la cadena estadounidense CNN en español en el país centroamericano y la acusó de ser “injerencista” y de violar “la soberanía nacional”.

En sus habituales declaraciones la también vocera y esposa del presidente Daniel Ortega adujo “razones objetivas de defensa de nuestra soberanía nacional” que justifican el cierre de CNN, ordenado por el estatal Instituto de Correos y Telecomunicaciones (Telcor).

Murillo dijo que “Telcor está obligado a velar por la preservación de los derechos y garantías establecidos en la Constitución” en favor de la “irrenunciable soberanía nacional”. Por tal razón se decidió “suspender las transmisiones en Nicaragua de ese canal injerencista”, subrayó.

La cadena estadounidense denunció el repentino cierre de su señal en Nicaragua mediante un comunicado en el que defendió “el papel vital que juega la libertad de prensa” y reafirmó “su compromiso con la verdad y la transparencia”.

“CNN en Español continuará cumpliendo con su responsabilidad con el público nicaragüense, ofreciendo nuestros enlaces de noticias en CNNEspanol.com, para que puedan tener acceso a información que no está disponible de otra manera”, agregó. Poco después habilitó su canal de YouTube para Nicaragua, tal como lo hace para Venezuela desde febrero de 2017 cuando sus transmisiones fueron prohibidas por el gobierno de Nicolás Maduro.

En su resolución, Telcor argumentó que “se ha constatado que el contenido transmitido por el canal CNN en español, a través de la red de televisión por suscripción de su representada, contraviene, vulnera y lesiona las normas jurídicas”.

Alegó que la medida busca “velar por la protección, defensa y preservación (de) los principios, derechos y garantías establecidas en nuestra constitución”. No se informó si también será cerrado el canal CNN en inglés, que todavía continuaba al aire el viernes.

La disposición ocurre en medio de denuncias de la oposición sobre un “escalamiento” de la represión y cierre de espacios críticos en el país, donde una treintena de medios informativos han sido silenciados este año según organizaciones de periodistas independientes.

CNN en español denunció la abrupta suspensión de sus transmisiones en Nicaragua el pasado miércoles por la noche en momentos en que la cadena transmitía un discurso del presidente ucraniano Volodimir Zelensky ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

En ese discurso, Zelensky mencionó al gobierno de Daniel Ortega como parte de una coalición de siete países que votó en contra de su intervención ante la ONU. Los otros seis fueron Bielorrusia, Cuba, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria.

Ortega es el principal aliado del Kremlin en Centroamérica y en distintas ocasiones ha hablado a favor de la invasión rusa en Ucrania.

Con el fin de las transmisiones de CNN en español desaparece el último canal noticioso que existía en Nicaragua. A fines de 2018, en medio de una grave crisis política, fue clausurada la televisora local 100% Noticias que transmitía las 24 horas.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos calificó el cierre de CNN en español como “otro golpe para la libertad de expresión y prensa en Nicaragua” y dijo que Ortega “pretende cerrar todos los espacios en los que se critica a su gobierno”.

Según la organización de periodistas Voces del Sur, desde enero han sido silenciados 31 medios de comunicación en Nicaragua, entre éstos 27 radioemisoras de las cuales 10 pertenecían a la Iglesia católica.

La asociación gremial Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua aseguró que unos 150 comunicadores han sido forzados al exilio en los últimos cuatro años tras sufrir amenazas, presiones y cierre de sus espacios informativos. Otros seis periodistas se encuentran encarcelados desde hace más de un año.

La crisis en Nicaragua inició con las protestas antigubernamentales de abril de 2018 que fueron reprimidas por policías y paramilitares con un saldo de 355 muertos, más de 2.000 heridos, unos 1.600 detenidos y más de 100.000 exiliados, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.