En medio de las tensiones en la zona del Golfo Pérsico y las acusaciones de Estados Unidos contra Irán, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, manifestó hoy la disposición de su país a alcanzar un "acuerdo de no agresión" con los países árabes. A pesar de esto, Zarif afirmó que "nos defenderemos de cualquier intento de guerra contra Irán, ya sea una guerra económica o militares, y enfrentaremos estos intentos con fortaleza".

En la declaración, el ministro iraní insistió en que Irán "desea" mantener relaciones "buenas y equilibradas" con los países árabes vecinos del Golfo Pérsico, que son estrechos aliados de Estados Unidos. "Irán presentó varias propuestas para dialogar y cooperar con los países de la región, entre ellos un pacto de no agresión con los países vecinos del golfo Pérsico. Esta propuesta todavía está sobre la mesa", señaló Zarif en una rueda de prensa en Bagdad en conjunto con su homólogo iraquí, Mohamed Ali al Hakim.

El ministro de Exteriores iraní sostuvo que todavía no ha recibido respuestas a la propuesta, de la que no ofreció detalles. Además, Zarif arremetió contra las sanciones económicas impuestas por Washington a su país al asegurar que "infringen las resoluciones del Consejo de Seguridad" de la ONU y tienen como propósito "obligar" a los países europeos a abandonar el acuerdo nuclear, del que se desmarcó el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Por su parte, el ministro de Exteriores iraquí expresó el apoyo de Irak a Teherán frente las sanciones impuestas por Estados Unidos. "Decimos de forma clara y expresa que estamos en contra de las medidas unilaterales por parte de EE.UU. y no las aceptamos", señaló Hakim.

Además, el ministro afirmó que Irak está dispuesto a intermediar entre Washington y Teherán en caso de que las partes se lo pidan. Eso ocurre después que el primer ministro de Irak, Adel Abdelmahdi, anunció el martes pasado que enviará delegaciones a EE.UU. e Irán para intentar mediar entre ambos , en plena escalada de tensión en el golfo.

El Presidente Donald Trump, que se encuentra de gira en Japón, anunció el próximo despliegue de unos 1.500 militares más en Oriente Medio, una medida con la que EE.UU. busca "proteger" al resto de sus tropas en la región y que promete agravar las tensiones con Irán.

La tensión entre EE.UU. e Irán se ha disparado desde abril, cuando Washington anunció el fin a la exenciones otorgadas a ocho países para la compra de petróleo iraní, la designación de los Guardianes de la Revolución como grupo terrorista y el envío de varios buques de guerra al golfo Pérsico.

En tanto, el número dos de los Guardianes de la Revolución de Irán, Ali Fadaví, aseguró hoy que la presencia de Estados Unidos en Oriente Medio es la "más débil de la historia", pese a los anuncios de Washington sobre un aumento del despliegue militar.

"Los estadounidenses han estado presentes en la región desde 1833 y actualmente se encuentran en el estado más débil de la historia de su presencia en Asia occidental", dijo Fadaví en una entrevista con la agencia local Fars.

El comandante iraní afirmó que EE.UU. tiene un número "mínimo" de buques de guerra en el golfo Pérsico y que incluso ha detenido la llegada a la zona del portaaviones USS "Abraham Lincoln" por "el temor que sienten" al poder de Irán.

El ministro de Exterior iraní, Mohamad Yavad Zarif, subrayó que el envío de tropas adicionales a Oriente Medio es "extremadamente peligroso" y amenaza la paz internacional.

Tanto Teherán como Washington han asegurado que no buscan una guerra, pero la posibilidad de un conflicto ha llevado a terceros países, como Irak y Omán, a tratar de mediar para calmar la situación.