Al menos una decena de personas fueron detenidas tras los enfrentamientos entre la policía y grupos de manifestantes hoy en Managua antes del inicio de una nueva protesta contra el presidente Daniel Ortega.

Cabe recordar que el gobierno nicaragüense decretó  en septiembre pasado ilegales las manifestaciones públicas que no cuenten con permiso de las autoridades.

El enfrentamiento se dio en la zona sureste de Managua cuando agentes de la policía nicaragüense lanzaron bombas de sonido en contra de un grupo de personas que aparentemente estaban a la espera de sumarse a la protesta, constató agencia EFE.

Al menos 15 personas han sido arrestadas, dijo a los periodistas Azahalea Solís, líder de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, que convocó el pasado miércoles la manifestación pero cuya celebración estuvo en duda en las últimas horas.

Entre los detenidos se encuentran Suyén Barahona y Ana Margarita Vigil, ambas del Movimiento Renovador Sandinista (MRS); José Antonio Peraza, miembro del Movimiento por Nicaragua, y Tamara Dávila, hija del fallecido coronel en retiro Irwin Dávila, opositor al Gobierno.

También fue capturado José Dolores Blandino, padre de Xiómara Blandino, la actual pareja de Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, según publicó en sus redes sociales Gioconda Artola, esposa del detenido.

Desde la madrugada de este domingo contingentes policiales de operaciones especiales, antimotines y grupos afines al Gobierno se desplegaron en distintos puntos de Managua, especialmente en la vía por donde se anunció que pasaría la manifestación.

El sábado la policía reiteró que "no se permitirán manifestaciones o movilizaciones en la vía pública que no cuenten con el debido permiso", y que "tomará todas la medidas necesarias para mantener la seguridad y el orden público".

Las organizaciones de derechos humanos nicaragüenses han señalado que esa disposición viola la Constitución, que en sus artículos 53 y 54 reconoce el derecho de reunión pacífica, concentración y manifestación, sin necesidad de solicitar permiso.

"Siguen llamando a realizar marchas, no por la paz, sino para buscar sangre, quieren sangre, están sedientos de sangre", destacó anoche Ortega en un acto para celebrar la canonización del monseñor salvadoreño Óscar Arnulfo Romero.

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, lamentó hoy los choques entre la Policía y manifestantes antes del inicio de una nueva protesta contra el presidente Daniel Ortega, e insistió en la necesidad de un diálogo para resolver la crisis que vive el país desde abril pasado. "Es una lástima que se tomen estas actitudes, porque esto no abona en nada a la paz"

Por su parte, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, consideró "inaceptables" las "actitudes represivas y autoritarias" que se produjeron hoy en Nicaragua.

"Inaceptables actitudes represivas y autoritarias en este momento en #Nicaragua. Estado de Excepción se va consolidando con medidas estatales incompatibles con la democracia y los derechos humanos", dijo Abrão en Twitter.

El titular de la CIDH ya había advertido anteriormente de la existencia de una "nueva etapa" de la represión en Nicaragua con restricciones de derechos que apuntan a la implementación de un "estado de excepción" que sustituye al Estado de Derecho.

https://twitter.com/PauloAbrao/status/1051510643818459141

En otro mensaje de Twitter, la Comisión expresó "profunda preocupación" por las detenciones que se produjeron antes de una nueva protesta contra Ortega, cuyo Gobierno decretó el pasado 28 de septiembre ilegales las manifestaciones públicas que no cuenten con el permiso de las autoridades.

Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro hizo un llamado a que el gobierno "libere a manifestantes retenidos, respete el derecho a la protesta pacífica en el país y cese la represión y todo tipo de intimidación contra líderes políticos y la población civil".

https://twitter.com/Almagro_OEA2015/status/1051530743095156737