Por medio de las redes sociales, diversas mujeres de la ciudad de La Serena están realizando una serie de denuncias, debido a que en los últimos días se develó la existencia un chat grupal creado en la aplicación de mensajería Telegram, en el cual se difundían sin consentimiento imágenes y videos privados de las víctimas, los que se mantenían en reserva y no habían sido difundidos previamente.

Esta conversación múltiple estaba integrada por más de 1.400 hombres que compartían o solicitaban material gráfico o audiovisual de carácter sexual, donde incluso dentro de las afectadas estarían involucradas menores de edad.

Ante la deleznable situación, las víctimas crearon la cuenta de Instagram @denuncia_telegramivregion, la cual está destinada a revelar y dar a conocer las respectivas denuncias, con el objetivo de identificar y llevar a la justicia a los sujetos implicados en estos delitos, como también de hacer un llamado a otras mujeres de la región que pudiesen estar siendo afectadas con este accionar.

Dicho perfil cuenta hasta el momento con más de seis mil seguidores, y en sus tres publicaciones se han expuesto capturas de pantalla tanto de quienes participaban, como también de los mensajes que se enviaban, las que son acompañadas de un texto que invita a denunciar: “Solicitamos aportar cualquier información vía DM sobre los administradores y miembros del grupo. Si difundes, almacenas o encubres eres igual de culpable que los enfermos detrás de esto”.

Bajo este contexto, la seremi de la Mujer y Equidad de Género de la región de Coquimbo, María Fernanda Glaser, sostuvo durante esta jornada reuniones con el Delegado Presidencial, Rubén Quezada, y la nueva Coordinadora Regional de Seguridad Pública, Claudia Assis, para poder orientar y ayudar a quienes se han visto afectadas producto de este chat grupal, y a la vez remitir la información tanto a la Policía de Investigaciones (PDI) y al Ministerio Público.

Modus operandi

Cabe indicar que las investigaciones preliminares están centradas principalmente en un integrante del grupo, que trabaja en un local de reparación y servicio técnico de objetos electrónicos, a quien se le acusa de extraer el contenido íntimo desde notebooks, celulares o tablets de las víctimas que recurrieron a reparar sus equipos.

A su vez, se reveló que también miembros de la conversación grupal enviaban capturas de pantalla de la cuenta de Instagram de alguna de las mujeres, consultando si alguien tenía material de carácter sexual referente a aquella víctima, siendo respondida su solicitud por otros integrantes del chat.