La gran cantidad de tecnología "inteligente", ya sean juguetes o electrodomésticos conectados a internet, no sólo entregan comodidad y entretenimiento, sino también en ocasiones plantean un serio problema relacionado a la privacidad. Así ocurrió a inicios de año en Alemania, cuando la muñeca "Cayla", una muñeca con cámara y micrófono con conexión a la red, se convirtió en el centro de la polémica, cuando autoridades locales determinaron el retiro de sus unidades a la venta debido a sus problemas de seguridad y el peligro de ser un blanco fácil para cualquier hacker que quisiera ingresar a su sistema y espiar libremente.

Pero el caso no fue aislado, ya que esta semana el regulador de telecomunicaciones alemán volvió a prohibir uno de estos juguetes, esta vez un reloj con capacidades inteligentes. Según el ente, el juguete puede utilizarse para espiar de forma clandestina a otro usuario sin que este haya entregado su consentimiento, algo ilegal en el país, que considera al aparato un "dispositivo no autorizado de transmisión".

De acuerdo a la investigación, las autoridades descubrieron que el reloj tiene la capacidad de entregar audio desde ubicaciones remotas, función que fue utilizada para escuchar lo que ocurría en las escuelas de los niños o su entorno general, de la misma forma que los monitores para bebés.

Fue por ello que, tras analizar los antecedentes, se les pidió a los propietarios destruir el aparato y que envíen las pruebas del hecho a las autoridades, recibiendo posteriormente un certificado. Asimismo, se prohibió la venta de todas las unidades que queden en las tiendas.

Fuente: BBC