Una nueva investigación molecular presentada en la Radio del Vaticano en Roma, señala que árboles de olivo del jardín de Jerusalén en donde según la biblia Jesús rezó antes de ser crucificado, han "milagrosamente" sobrevivido por nueve siglos libres de bacteria.

En la investigación, realizada por el National Research Council de Italia (CNR) y con la ayuda de varias universidades italianas, se estudió por tres años ocho árboles de olivo del Jardín de Getsemaní, uno de los lugares sagrados de la cristiandad.

En el estudio, los expertos descubrieron que tres de los ochos árboles más sanos (de aquellos que era posible calcular la edad), eran de mediados del siglo XII, aunque las raíces bajo tierra eran mucho más antiguas.

"Estos olivos están dentro de los árboles más antiguos del mundo. Plantas más antiguas no han sido declaradas en la literatura científica", señaló el autor de la investigación, Antonio Cimato del Instituto de Árboles y Madera del CNR en Florencia.

El carbón presente en los árboles indican que se remontan a los años 1092, 1166 y 1198, un período en donde los cruzados comenzaron la reconstrucción de grandes iglesias, entre ellas la Basílica de Getsemaní en Jerusalén.

De acuerdo a los investigadores, es probable que durante la construcción de la iglesia, el jardín de olivos fue renovado, pues los árboles pueden volver a crecer a pesar de ser cortados o quemados.

Un análisis de ADN de los ocho árboles reveló que todos descendían de un único árbol mucho más viejo.

"Los ocho árboles tienen perfiles genéticos similares, lo que significa que todos son hermanos que vienen de un mismo espécimen", señaló Cimato.

Según los expertos, los cruzados deben haber tenido un motivo específico para plantar deliberadamente esos ochos olivos, todos provenientes de un mismo árbol, siendo que en Jerusalén existían muchos otros de donde escoger.

De acuerdo a Cimato, responder las preguntas acerca de por qué los cruzados decidieron escoger justo ese árbol para plantar a sus ocho "hijos" se mantendrá un misterio. Otra de las interrogantes sin respuesta es si aquél olivo es realmente el árbol en donde de acuerdo al evangelio de Lucas, Jesús lloró lágrimas de sangre mientras rezaba.  "Encontrar el árbol original es imposible" señaló.

A pesar de su edad, los olivos de 900 años fueron encontrados en perfectas condiciones, y no parecen afectados por la contaminación. La tierra del jardín también parece bloquear a insectos y bacterias.

"Lo podría llamar un pequeño milagro" señaló Cimato.