El rey Abdullah de Jordania se convirtió hoy en el primer líder árabe en pedir públicamente la renuncia del Presidente de Siria, Bashar al Assad. Declaraciones que se producen cuando la Liga Arabe suspendió la participación de Siria y la Unión Europea anunció nuevas sanciones contra el régimen.
"Si estuviera en sus zapatos, renunciaría", declaró el rey a la cadena BBC en una entrevista exclusiva. El monarca instó al Presidente Assad a entablar un diálogo con la oposición, para coordinar una transición ordenada y asegurarse que su sucesor logre poner en marcha una reforma.
"Si Bashar tiene interés en su país, renunciaría, pero también crearía la posibilidad de dialogar y comenzar una nueva fase en la vida política de Siria", agregó el rey Abdullah.
Paralelamente, y después de que el régimen sirio cayera en desgracia entre los árabes, la oposición lucha porque se establezca una zona de protección en la frontera con Turquía, según publica hoy el diario árabe "Al Sharq al Awsat". De acuerdo al periódico, que se basa en declaraciones de opositores, ayer se discutió en un encuentro entre el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, y el Consejo Nacional sirio, el tamaño que podría tener esa zona. La oposición propuso que tenga un ancho de 30 kilómetros, mientras que los turcos hablan de cinco kilómetros.
De acuerdo con la agencia Dpa, un vocero del gobierno turco dijo al diario que el establecimiento de una zona segura en territorio sirio es posible, pero añadió que para ello no sólo es necesario un mandato de la Liga Arabe, sino también un mandato internacional.
Sobre todo Moscú quiere evitar que se repita en Siria un escenario como el de Libia. En Libia, la caída del régimen comenzó con el establecimiento de una zona controlada por rebeldes en torno a Bengasi. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo según la agencia de noticias Interfax, que estados de la OTAN apoyan por lo bajo al ala militante del movimiento de protesta sirio. A través de Turquía, Irak y otros estados se estarían entregando armas a los insurgentes, añadió.
Hoy la encargada de relaciones exteriores de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo no creer que se esté "en la misma dirección que en Libia". En cambio, el opositor sirio asentado en Estambul Fawaz Zaky considera deseable un escenario como el de Libia. "Tenemos indicios de que hay brigadas enteras del Ejército que quieren desertar y que no lo hacen hasta ahora sólo porque tienen miedo a la Fuerza Aérea".
NO A INTERVENCION MILITAR
Por el momento una intervención militar en Siria parece lejana. Al menos por ahora, así lo creen los minitros de Exteriores de la UE. Descartan dicha posibilidad y cualquier otro paralelismo con los acontecimientos registrados en Libia en los últimos meses.
Francia y Reino Unido, que lideraron la ofensiva internacional en el conflicto libio, también han dejado claro que no tienen ninguna intención de repetir la experiencia en Siria
Por ello es que apuestan a las sanciones y ampliación de la lista negra que incluye a 74 personas y a 19 entidades. Además, los Veintisiete aprobaron suprimir todos los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a proyectos vinculados al régimen sirio, con el fin de seguir cortando vías de financiación al gobierno de Bachar al Assad.
Esa medida se suma a otras ya en vigor como un embargo a las importaciones de crudo y una prohibición de invertir en el sector petrolero sirio. La UE confía en que las sanciones internacionales terminen por asfixiar al régimen y le lleven a detener la violencia contra los manifestantes que protestan en las calles desde hace ocho meses.