Es posible que la próxima vez que un volcán entre en erupción, por ejemplo en Islandia, las aerolíneas lidien con ello como si fuera un simple contratiempo climático.

Científicos están trabajando en un sistema de detección de nubes de ceniza que podría tener exactamente esa función y que sería incorporada en los aviones muy pronto.

La ceniza volcánica y los motores de los aviones simplemente no se llevan bien. Las partículas a altas temperaturas se convierten en cristal dentro de los motores y detienen su funcionamiento.

Por lo tanto, los que manejan estos aparatos procuran al máximo mantener los aviones bien lejos de las nubes de ceniza que se forman durante una erupción.

Erupción

En mayo del año pasado la erupción del volcán Eyjafjallajokull en Islandia dio lugar a un caos generalizado en los aeropuertos de Europa. La ceniza resultante llevó al cierre de gran parte del espacio aéreo europeo durante toda una semana.

Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, más de 10 millones de pasajeros se vieron afectados por la cancelación de 100.000 vuelos, lo que costó a las aerolíneas US$1.700 millones.

Por lo que no es sorprendente que éstas estén buscando a toda costa el modo de minimizar los efectos de una nueva erupción.

Corredores de Aire

Easyjet ha financiando una investigación dirigida por el Dr Fred Prata del Instituto Noruego para la investigación Aérea (NILU).

Prata desarrolló un aparato llamado AVOID ("evitar", en español) que usa una cámara de infrarrojos para analizar cuán densas son las nubes de ceniza.

El experto cree que con un AVOID en los aviones, los pilotos podrían detectar nubes de ceniza desde una distancia de entre 100 y 300 km y a alturas de 15.240 metros.

El AVOID puede medir la densidad de las nubes y así encontrar corredores de aire entre distintas capas de ceniza.

"Este aparato puede ser empleado a modo táctico para permitir al piloto detectar el peligro y rodearlo de forma segura", dijo el Dr. Prata.

Nódulos de ceniza

La información proporcionada por aviones equipados con AVOID podría ser combinada con los datos metereológicos del satélite SEVIRI para generar un mapa en el que se pueda apreciar hacia dónde se mueven las nubes de ceniza y qué zonas son seguras para volar.

El jefe de ingenieros de Easyjet, Ian Davies, trabaja codo a codo con Prata.

Según dijo, los actuales modelos de dispersión de ceniza asumen que las partículas están bien distribuidas en la atmósfera, pero la investigación concluyó que la ceniza viaja en "nódulos".

AVOID permitiría que los pilotos "vean estos nódulos y los eviten", dijo Davies.

Si esta tecnología hubiera estado disponible el pasado año "gran parte del espacio aéreo que se cerró durante las últimas dos erupciones nunca hubiera sido cerrado".

Prueba volcánica

Prata y su equipo pusieron un AVOID bajo el ala de un avión ultraligero y lo hicieron volar sobre uno de los volcanes más activos de Europa, el Etna en Sicilia.

El aparato voló a 3.657 metros y ahora el equipo está en negociaciones con Airbus para colocar otra unidad AVOID en el alerón de un A340 para probarlo a mayores alturas.

Easyjet expera colocar un AVOID en uno de sus aviones el próximo verano y lo pondrá disposición de otras aerolíneas.

De hecho, es posible que la efectividad del sistema sea puesto a prueba muy pronto, ya que un informe de las autoridades en Islandia detectó una intensa actividad en otro volcán, el Katla, lo que podría significar que otra erupción está en camino.