El canciller argentino, Héctor Timerman calificó como "una vergüenza" el título Mundial que ganó la selección de Argentina, como anfitrión, en 1978 ya que en su opinión "sirvió para lavar la cara de los asesinos de la dictadura", que estaba bajo el mando del general Rafael Videla.

Timerman, quien se encuentra en Italia, expresó que "considero la victoria del Mundial de 1978 una vergüenza por la que no me siento exultado, ni siento mía aquella copa".

El ministro de Relaciones Exteriores transandino explicó que "mi padre estaba en la cárcel y yo en el exilio. No había  nada que festejar. Pienso en los desaparecidos, que desde las  ventanas de las cárceles veían a sus compatriotas festejando. Yo no lo hice por cuestiones de sensibilidad".

Para Timerman el Mundial que sí merece ser festejado es el que Argentina ganó en México. "Cada uno lo piensa como desee, yo tengo en mente el triunfo de 1986, que ha demostrado que con la democracia se puede vencer en un Mundial. Con la democracia y con (Diego) Maradona, por supuesto", comentó.