En el jardín Mandarino de Huechuraba, personal de la Policía de Investigaciones realizó los peritajes para reconstituir las condiciones en las que murió el pequeño Borja López el pasado martes 19 de octubre.

El menor de dos años y 11 meses falleció asfixiado producto de un edema pulmonar, tras ser abandonado por cerca de tres horas al interior del automóvil de la parvularia Eugenia Riffo.

Personal de la PDI realizó la medición de la temperatura al interior del vehículo, tomando en cuenta que las condiciones meteorológicas fueron similares a las del día del deceso.

"Es un termómetro, aspira el aire al interior del vehículo y va censando la temperatura al interior del vehículo", explicó un perito de la PDI.