El director del Instituto Nacional de Estadísiticas (INE), Juan Eduardo Coeymans, dejó el cargo luego de la petición de renuncia por parte del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes.

Coeymans asumió su cargo en abril de 2013, en reemplazo de Francisco Labbé quien renunció en medio de la polémica por las acusaciones de manipulación de los datos del Censo 2012.

En entrevista en CNNChile, dijo que la subsecretaria lo llamó el martes a las 19.30 horas y le pidió dejar su cargo a primera hora de este miércoles.

El ahora ex director indicó que mucha gente le había dicho que era probable que le pidieran la renuncia "cuando tomé la decisión de seguir y publicar el censo y ser consecuente, privilegiar la verdad y la ética antes que las conveniencias personales".

"Pensé que se iba a respetar la independencia del INE y creo que no hay razones objetivas para haberla pedido (la renuncia). Uno de los principios fundamentales en los INES del mundo es precisamente la autonomía, los directores no deben ser de confianza de nadie", agregó.

Coeymans criticó a las nuevas autoridades y afirmó que "los infomes que hay en la página web ni siquiera han sido leídos por ellos, me ofrecí a explicarles en detalles las cosas y no he sido recibido y eso es lo que me tiene más molesto".

"Nunca me dieron la posibilidad de explicar cuál era la diferencia y la magnitud de la diferencia. Ni siquiera me dejaron explicar las diferencias entre lo que proponía y lo que quería la Nueva Mayoría".

Para el ex director "las diferencias (entre su postura y la del nuevo gobierno) no eran irreconciliables, y quise explicarle al equipo de gobierno y no me dejaron. Hice numerosos llamados al ministro y no me contestó. Una vez me dijo te llamo de vuelta y no me llamó. No me dejaron explicar las cosas, para explicar que lo que proponíamos era bastante razonable".

"Las críticas han sido de tipo político y no técnico", sentenció.

Consultado sobre si quería seguir en el cargo, dijo que sí porque "tenía un afecto por la gente, pero desde el punto de vista personal era un alivio, para dedicarme a las cosas que más me agradan, pero estaba dispuesto a hacerlo por el bien del país y por lealtad a la gente que me acompañó".

Finalmente, señaló que se retiraba "con la sensación del deber cumplido. Logramos mostrar técnicamente que el censo es útil para políticas públicas. Me voy con la sensación de haberme sacado la mugre trabajando y creo haberlo hecho bien".