Había, en la práctica, poco y nada en juego anoche en el Monumental. Se trataba de un partido secundario entre dos equipos alojados en la medianía de la tabla y ya sin aspiraciones en lo que queda de torneo. Un encuentro cuyo único atractivo, quizás, era anticipar la final de Copa Chile que en 10 días animarán, precisamente, ambas escuadras. Colo Colo lo entendió así y alineó a una serie de juveniles anónimos nacidos hace menos de 18 años. Everton, en cambió, buscó de entrada dar el golpe y mantener su buena racha:hasta ayer sumaba 12 partidos oficiales (entre Apertura y Copa Chile) sin perder. Y aunquegolpeó primero y estuvo cerca, terminó volviendo a Viña con las manos vacías.

Fue en los primeros 45 minutos cuando se condensaron casi todos los momentos estelares del partido. A los 11' Leyton borró el cero con un remate desde 25 metros -Garcés colaboró poco para evitarlo- y generó la histeria de Guede. Duró poco, sin embargo, la ventaja visitante: 120 segundos después Vilches tomó una pelota perdida en el área chica y fusiló a Lobos. Y ya sobre el final del primer tiempo, en apenas cuatro minutos tres goles terminaron de adornar el marcador. Fernández y Véjar pusieron en ventaja a Colo Colo, mientras que Suárez descontó para los oro y cielo.

De ahí en más, 46 minutos carentes de cualquier tipo de emoción. Sólo una jugada aislada de Véjar sobre el final, que terminó con un finiquito exquisito ante la salida de Lobos, modificó el marcador: 4-2 lo ganaron los locales.