El Consejo de Seguridad de la ONU fue incapaz de alcanzar una posición común sobre la situación en Siria este martes, y decidió reunirse el miércoles de cara a aprobar un texto de condena.
Tras debatir durante horas el contenido de una eventual condena a la represión del régimen del presidente de Siria, Bachar al Asad, los quince miembros del Consejo interrumpieron sus consultas y decidieron enviar a sus Gobiernos el texto que ahora hay sobre la mesa para recibir indicaciones.
"Desafortunadamente no hemos alcanzado un acuerdo. Hablaremos con nuestras capitales para ver si mañana es posible alcanzar una posición común", señaló a la salida de las reuniones el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, uno de los que más oposición ha mostrado a que el Consejo adopte una resolución de condena a Siria.
"Hay aspectos ideológicos que han apartado la atención del mensaje adecuado que debe enviar el Consejo de Seguridad", explicó el embajador ruso, que acusó a algunos miembros del Consejo de presentar "posiciones demasiado extremas al apoyar demasiado a una parte".
"Hay algunas diferencias fundamentales de opiniones entre algunos miembros y por ello vamos a tratar el asunto con nuestros distintos Gobiernos", reconocieron a la salida fuentes diplomáticas occidentales, quienes sin embargo mostraron su optimismo ante "ciertas coincidencias de opinión en algunos temas".
Además de seguir tratando el contenido del texto, los quince también esperan ponerse de acuerdo el miércoles sobre el formato que esa condena deberá tener, ya que hay divergencias sobre si debería ser una resolución, como quieren los europeos y EE.UU., o una declaración presidencial, como apuestan principalmente Rusia y China.