El Tribunal Constitucional de Corea del Sur ratificó hoy por unanimidad la destitución de la presidenta del país, Park Geun-hye, aprobada originalmente por el parlamento debido a sus vínculos con la trama de corrupción de la "Rasputina".
Con la medida, el Constitucional despojó a Park de su inmunidad, y obliga a convocar elecciones presidenciales en un plazo inferior a 60 días y permite que la fiscalía interrogue a la presidenta sobre su papel en la amplia trama de corrupción.
Es la primera vez que Corea del Sur destituye a un jefe de Estado y adelanta los comicios presidenciales desde que el país volvió a celebrar elecciones democráticas en 1987 tras el mandato de dos juntas militares (una de las cuales lideró el general Park Chung-hee, padre de la actual presidenta).
La fiscalía considera que Park y su amiga Choi Soon-sil, de 60 años y encarcelada desde noviembre, se confabularon para presionar a Samsung y a otros grandes conglomerados empresariales surcoreanos para que realizaran donaciones a organizaciones vinculadas a la "Rasputina" a cambio de un trato favorable de las autoridades.
Las conclusiones de la fiscalía que ha investigado el caso señalan a la presidenta como sospechosa de los delitos de soborno, tráfico de influencias y abuso de poder.