Corría el año 2003 y la aún incipiente Fundación Mozilla decidió contratar a su primer empleado. Su nombre, Chris Hofmann, quien desde 1996 había trabajado para Netscape, considerado el navegador web más importante de la historia.

¿Su labor? Ayudar a la creación de un nuevo navegador para mejorar la experiencia en la red, dominada casi en su totalidad por Internet Explorer. Ese navegador es Mozilla Firefox, que seis años más tarde ya posee cerca del 30% del mercado mundial.

Hoy, Hofmann se desempeña como director de Ingeniería y Proyectos Especiales de Mozilla Foundation, rol que lo trajo a Chile como parte de la Jornadas de Sofware Libre de este año. Y en su visita se dio un tiempo para hablar con La Tercera sobre los inicios y el futuro del navegador de código abierto más importante del momento.

EL MITO DEL CÓDIGO ABIERTO
Hofmann explica que se unió al proyecto Mozilla por la misma razón que entró a Netscape: para mejorar la experiencia del usuario en la red. "La web es una gran herramienta y tener un buen navegador es esencial para sacarle el mayor provecho", explica.

Pero el camino no fue fácil. Luego de lo que Hofmann llama "prácticas anticompetitivas" por parte de Microsoft, Netscape desapareció del mapa e Internet Explorer se quedó con el 98% del mercado. Al no tener competencia, Microsoft se durmió en los laureles, oportunidad perfecta para que Mozilla comenzara a preparar su mejor producto.

Sin darse cuenta se encontró con un programa rival que no sólo tenía mayor seguridad, sino también había incorporado  novedades a la navegación con pestañas y un bloqueador de pop-ups. "El debate entre open o closed source (código abierto o cerrado) desaparece si se tiene un buen producto", dice el ingeniero, quien destaca que en un comienzo mucha gente no sabía que el programa era un proyecto armado por la comunidad. "Y cuando se enteran, lo aman aún más", dice riendo.

EL FUTURO DE LA RED
Parte de su trabajo es viajar por todo el mundo, reuniéndose con los miembros de la comunidad, tanto de desarrolladores como de prueba. Y ya sea en Praga -donde estuvo hace poco- o en Chile, el objetivo apunta  donde mismo: "queremos un navegador más rápido, seguro y fácil de usar".

El mayor desafío está en conjugar eso con los nuevos usos de internet, donde los usuarios son cada vez más activos. "El 30% hoy sube contenidos a la red y la tendencia es al alza".

Eso abre un nuevo frente de preocupaciones para los desarrolladores: la privacidad. Los usuarios suben cada día más contenido que, sin saberlo, podrían quedar dentro de los servidores de otras compañías. Un tema no menor, considerando que el 20% de los usuarios de Firefox son de negocios", explica.

Otro desafío es modificar la forma de navegar. "Las pestañas fueron creadas para evitar que la gente tuviera muchas ventanas abiertas. Ahora hay usuarios con más de 20 pestañas al mismo tiempo, por lo que hay que repensar como se administra visualmente el navegador".

Para mejorar eso, la competencia es crucial. Hofmann no les teme a sus rivales, sino que siente que son la mejor manera de brindarle al usuario la mejor experiencia web. "Es decepcionante ver que actualmente nadie está pensando fuera de los límites y las cuatro ofertas -Explorer, de Microsoft; Chrome, de Google; Safari, de Apple; y Firefox- son muy similares, pero al ver que por primera vez cuatro actores pelean por tener el mejor browser nos indica que hay gente trabajando por mejorar la red. Y eso es justo lo que estábamos buscando".