Quienes han visto el programa "Man vs. Food", tendrán una muy cercana idea sobre esta competencia. Cada capítulo de la serie muestra al protagonista y conductor, Adam Richman, recorriendo y degustando los secretos de la gastronomía norteamericana -particularmente aquella cargada a las grasas saturadas-, para devorar cuanta glotonería se le ponga enfrente, siempre desproporcionada en términos de aliños picantes o en el tamaño de las porciones.
Y la gracia es esa, verlo aniquilar en pocos minutos, preparaciones que en circunstancias normales y por su tamaño, estarían destinados a una familia completa; coreado por comensales que aplauden la capacidad de almacenamiento de su estómago.
Algo similar se puede ver, en vivo y en directo, los siguientes sábados. Se trata del desafío "Hombre vs. Sánguche" que lanzó el local de Ñuñoa del "Tío Manolo".
Quienes se atrevan, se encontrarán con un sandwich sentado en pan frica y compuesto de 12 hamburguesas, separadas una de otra por una capa de queso y tomate y coronada además por una generosa porción de chucrut y mayonesa casera. Son, en total, casi 2.2 kilos de comida, distribuida en una torre de casi 40 centímetros, que debe ser engullida en 20 minutos para resultar vencedor. "La primera vez le pusimos papas fritas, pero luego las quitamos porque ya el sandwich era suficientemente grande", comenta Sergio Lainez, administrador del local.
La idea, cuentan en el sitio, nació de la esposa de Lainez, Piare Muñoz, una fanática del programa de Richman. "La gente nos escribía que hiciéramos una competencia así, si teníamos los mismos sandwiches. Este mes nos decidimos y lo hicimos", relata Muñoz.
Casi una decena de comensales lo ha intentado, pero nadie ha conseguido cumplir el tiempo reglamentario. "Ha llegado gente a pedir la hamburguesa H12, pero para comerla despacio. Un cliente la terminó en 45 minutos", dice Muñoz.
El ganador podrá crear un sandwich que llevará su nombre y tendrá su foto en el "Muro de la Fama", del sitio.
Eso si, quienes compitan, deben considerar una cosa: la composición del sandwich es en más de un 40% grasas y aporta casi 4 mil calorías, es decir, el doble de las que requiere un hombre promedio al día. "Comer en esa cantidad puede producir alteraciones gástricas y digestivas, además de dolor abdominal, pesadez y diarrea", explica Mónica Manríquez, nutrióloga de la Red Salud UC.