Después de más de una década de participar en las Cruzadas, los soldados Behmen (Nicolas Cage) y Felson (Ron Perlman) han resuelto que tanto pillaje, quema de pueblos y asesinatos de mujeres y niños ha sido demasiado para ellos. Desertores del ejército sagrado, llegan a un pueblo donde son detenidos y, a cambio de su libertad, se les encomienda el traslado de una muchacha acusada de brujería y de desatar la temible peste negra. La misión es llevarla a una distante abadía, en la cual se guarda el único ejemplar existente de un libro que contiene el ritual para acabar con la bruja y con los males que achacan a los hombres.

La carrera de Nicolas Cage se fue al garete hace años. Si hay algo rescatable en Temporada de brujas, es la actuación de Claire Foy, actriz británica que encarna a la supuesta bruja y que se las arregla para crear al único "personaje" del filme, a pesar de estar casi el 90 por ciento del tiempo encerrada en una jaula. Foy juega constantemente en el límite de su supuesta culpabilidad y lo hace bien. El resto del elenco se las ingenia para ser bastante olvidable y plano.