El sol se impone fuerte en San Carlos de Apoquindo ¿Cuántos grados serán? ¿30, 33, 35? Se respira tibio, pero por suerte estamos al borde de la piscina. Mario hoy debe nadar y lo acompañaré para ver qué tan en serio y qué tan exigido es esto de preparar el Ironman.

Llega envalentonado el ídolo cruzado. Se tiene fe. Hace dos días estuvo en Pucón, participando en distintas actividades junto a los otros rostros de la carrera, y cuenta que allá nadó los 375 metros que deberá recorrer en la circuito promocional en menos de 15 minutos. "Ni me cansé, los hice tranquilito", alardea, mientras Francisco, el profesor de la rama, lo felicita por el logro.

Ya está vestido, con gorro, traje de baño y lentes profesionales; atento a las instrucciones. Se ve bien y lo sabe. Al menos en indumentaria parece un triatleta serio.

"Calentamiento. 400 metros de crol", indica el entrenador, y Mario tranquilo, a su ritmo, comienza a recorrer el segundo carril. Se mueve bien y su braceo es correcto, más tarde Patricio Molina (profesor y triatleta) lo felicitará por cómo ha mejorado en su técnica. También estoy en agua y lo sigo sin problemas.

Ahora, Patricio indica 400 metros de crol, pero sin doblar codos. Se trata de un braceo muy técnico, pero Mario lo sigue correctamente. Yo, en cambio, intento algo similar, aunque difícilmente puedo lograrlo. Lepe completa el ejercicio, yo apenas logro completar los 250 metros.

En el CDUC, todos saludan a Mario con cordialidad. Lo quieren, le hablan, le recuerdan hazañas. Incluso más tarde, en la ducha, uno de sus fans rememorará su paso por Municipal Las Condes.

Para terminar, 400 metros de orientación, que es nadar y respirar observando al frente. "Este trabajo es para nadar en aguas abiertas, porque ahí no hay carriles, necesitas guiarte de alguna forma", explica Francisco. Mario cuenta más tarde que ésta fue la técnica que a él le faltó en el lago Villarrica hace dos días. "Estaba nadando, pero me perdía", cuenta, mientras asiento agitadísimo.

Desconozco cuanto tiempo llevamos en el agua, probablemente bordeemos los 45 minutos, pero yo ya no quiero más. Mario se ve entero, es notorio que ha entrenado bastante esta parte de la prueba. Es la que más le gusta, asegura. Eso sí, el ex jugador y naciente triatleta aclara: "Cuando llegué, creía que sabía nadar, pero aquí aprendí realmente a hacerlo".

En total, la preparación duró una hora. Mario terminó perfecto, yo ya no quiero hacer más. Él, ya acostumbrado. De hecho, se prepara ahora para subirse a la bicicleta. Yo escapo,demasiado entrenamiento por hoy.