A una semana de que Donald Trump juró como el presidente 45 de Estados Unidos, recibió en la Casa Blanca a la premier británica, Theresa May, convirtiéndose en el primer líder extranjero en visitarlo.
Esta reunión generó bastantes expectativas, ya la relación entre Londres y Washington es potente. Estados Unidos es el segundo socio comercial de Gran Bretaña después de Alemania, el comercio entre ambos suma 186.000.000 dólares al año y es la principal fuente de inversión extranjera en es país.
Luego de su reunión, los dirigentes dieron una conferencia de prensa conjunta, en donde resaltaron la importancia y necesidad de fortalecer esta relación.
Theresa May aseguró que junto con Trump "queremos establecer las bases para fortalecer las empresas y que hagan negocios entre ambos". Pero aclaró a la vez que cualquier acuerdo se tomará luego de la activación del Brexit.
Aquí fue donde la primera ministra confirmó el compromiso del presidente estadounidense con la OTAN. Esto luego de que el republicano dijera que esta organización está "obsoleta".
Sin embargo, donde aparecieron sus diferencias fue cuando le preguntaron a Trump sobre su posición frente a Rusia y cómo lo veía May.
"En cuanto Putin o Rusia, no digo bueno, malo o indiferente, espero que tengamos una relación especial", dijo Trump
En cuanto a las sanciones aplicadas en la administración del ex presidente Barack Obama, el republicano indicó: "Veremos qué sucede".
En tanto, May señaló que: "En cuanto al Reino Unido, las sanciones con Rusia y sus actividades en Ucrania, hemos sido muy claros: creemos que las sanciones deben continuar y seguiremos defendiendo eso en la comunidad europea".
Por otro lado, la premier británica quiso destacar que ambos países sí tienen algo en común:"Queremos poner los intereses del trabajador en la parte principal del escenario".
Esto haciendo referencia a las medidas proteccionistas que ha adoptado Trump al eliminar el TPP y sus anuncios de crear trabajos y devolver las industrias automotrices a territorio estadounidense.