Claudio Valdivia, abogado y director de la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ), dice que el organismo notó hace algunos años un sostenido aumento en la presencia de abuelos en tribunales tramitando la tuición de sus nietos.
El problema -a pesar que todos sospechaban un alza en este tipo de solicitudes- es que no había cifras concretas que dieran cuenta de las dimensiones exactas del fenómeno.
Por eso, la corporación decidió por primera vez en el país registrar cuántas causas que solicitaban el cuidado personal de un menor (nuevo término jurídico de lo que anteriormente se conocía como tuición) eran hechas por abuelos. Así, la CAJ determinó que en 2012 ingresaron a los Tribunales de Familia 1.775 solicitudes por esta causa, de las cuales 215 fueron hechas por los abuelos del niño; es decir, el 12,1%.
Además, de estas 215 solicitudes, el 86% las habían hecho las abuelas. Kareen Zeltzer, abogada de CAJ, señala que suelen ser las mujeres las que más se preocupan y se hacen cargo de sus nietos, y por lo mismo, son las que más tarde inician el proceso para formalizar ese cuidado.
María (53) es una de ellas. Actualmente pide el cuidado personal de sus dos nietos de 8 y 12 años, hijos de su hijo de 36 años, adicto a las drogas. "Quiero pelear la custodia, porque quiero que él se haga un tratamiento, y ninguno de los dos (incluyendo la madre) se hace cargo de los niños. Viven con él y los manda de manera irregular al colegio", alega.
Precisamente, el fenómeno encuentra explicación en el aumento del compromiso de abuelos con los nietos. "Quieren reparar con los nietos lo que no hicieron con sus hijos. Ven que no están bien cuidados y dicen 'esa no es la forma', porque hoy tienen mayor experiencia y sabiduría que cuando fueron padres", dice Claudia Moya, sicóloga clínica de Fono Infancia, servicio gratuito de orientación sicológica telefónica de la Fundacion Integra (800 200 818).
El aumento de la expectativa de vida también ayuda a explicar el alza. Chile es el país de América Latina en el que aumentó más rápidamente este índice demográfico. Entre los períodos 1970-75 y 2005-2010 pasó de 60,5 a 75,5 años en hombres y de 66,8 a 81,5 años en el caso de las mujeres.
Catalina Raby, sicóloga de Fundación de la Familia, dice que ese aumento de las expectativas de vida permite que la duración del ciclo vital familiar aumente, lo que ofrece una posibilidad de mayor convivencia entre varias generaciones y que los abuelos puedan apoyar a criar a sus nietos, algo que en anteriores generaciones no se daba con la frecuencia que se da en la actualidad (la gente se moría antes).
Nuevos desafíos
El aumento de los casos de abuelos que terminan criando a los hijos determina nuevos desafíos sociales. El abuelo que se hace cargo de sus nietos necesita, por ejemplo, una orientación diferente a la que requieren los padres.
El director de CAJ dice que en muchos casos, los adultos mayores tienen un gran desconocimiento de sus derechos. No saben qué significa una resolución provisoria (que les otorga el cuidado de los niños mientras se tramita el juicio, que en promedio dura alrededor de tres meses) y tienen temor que la madre les quite a su nieto una vez concluido este proceso judicial. "Sin duda, habría más abuelos con el cuidado personal de sus nietos si tuvieran más información", dice el experto.
Valdivia, incluso, advierte que en este fenómeno se va a producir probablemente un nuevo escenario judicial en el futuro. "Si tienes abuelos que se van hacer cargo de sus nietos, ellos van a exigir que los padres respondan por alimentos, y los padres a su vez los van a demandar por visitas regulares".
El abogado calcula que se trata de un proceso que comenzará a verse con claridad en el plazo de unos dos años.
La mejor alternativa
Desde los dos meses de vida que Noemí (53) cuida a Javier (14). Tuvo cuatro hijos, y ocho nietos. Javier fue el primer nieto, al que cuida como si fuera un hijo más. Tiene el cuidado personal del adolescente, trámite judicial que realizó durante el año pasado, luego que en el colegio le preguntaran insistentemente por qué era ella quien lo representaba y no sus padres. "Mi hija se casó a los 18 años y antes que él naciera se separó. Después decidió ir a trabajar a otro lado y él se quedó conmigo desde que era bebé. Lo vi tan desprotegido de sus padres, que por eso pedí formalmente la tuición", confiesa.
Rodrigo Venegas, sicólogo del Servicio Nacional de Menores (Sename), explica que en casos judiciales lo último que se considera es separar al niño de sus padres biológicos, pero que una vez que esto no es posible, el mejor escenario es que los menores se queden con sus abuelos. "Cuando no hay forma de modificar pautas de maltrato y negligencia por parte de los padres, en términos judiciales se piensa en los abuelos", indica el especialista del Sename.
Incluso, dice Catalina Raby, sicóloga de Fundación de la Familia, "es mejor que tengan buenas condiciones de protección a que estén con los padres biológicos, si ellos no les brindan estas condiciones", asegura.