El fin de semana previo al Abierto de Cincinnati, el segundo de Agosto, Roger Federer tuvo la oportunidad de entrenar en el Lindner Family Tennis Center (el court central del torneo) junto al francés Benoit Paire. Mediodía. Ambos llegaban cansados, pero aprovecharon la ocasión para ensayar sobre la rápida cancha norteamericana.

Allí, medio en serio, medio en broma, el suizo encontró una nueva estrategia: El SABR (Furtivo Ataque de Roger, por sus siglas en inglés). 

"Estaba cansado y decidí acortar los puntos. Empecé a correr hacia adelante en las devoluciones; me salieron algunos golpes ganadores ridículos. Era divertido. En el siguiente entrenamiento lo volví a hacer a ver si me salía y ahí Seve (Severin Luthi, su entrenador) me propuso: '¿Si lo haces en un partido?'". Así narró el número 2 del mundo como surgió este nuevo golpe.

El estilo, del que se valió para ganar hace un par de semanas el Master 1000 norteamericano y con el que el lunes derrotó John Isner frenando su potencia. Consiste en anticiparse al saque y jugar muy cerca de la red, descolocando a los rivales al encontrarse de frente con el jugador tras un golpe alto.

El suizo agregó: "Me resulta gracioso y estoy contento de que haya funcionado tan bien desde la primera vez que lo probé".

"Es incómodo, porque se te pega mucho y es más difícil pasarlo. No lo ves, porque se mete rápido, lo hace cuando miras arriba. Es el único que lo hace así. Uno no lo espera, te sorprende", reconoció el argentino Leonardo Mayer, quien fue eliminado por  el europeo en la primera rueda del US Open.

Federer ya está clasificado a los cuartos de final del abierto estadounidense, donde enfrentará al francés Richard Gasquet, quien también avanzó tras dejar en el camino al checo Tomas Berdych por 2-6, 6-3, 6-4 y 6-1. El duelo está pactado para mañana las 20 horas.