Rotulado como "una historia de éxito y esperanza en la conservación", científicos verificaron el repoblamiento de tortugas gigantes en la Española, una de las islas del archipiélago de Galápagos. La especie se encontraba al filo de la extinción -en 1960 sólo sobrevivían 15 ejemplares- pero un estudio de la U. Estatal de Nueva York constató que su población hoy bordea las 1.000 tortugas.

Su recuperación, según  James Gibbs, autor del estudio, "es un raro ejemplo de cómo biólogos y gerentes pueden colaborar para recuperar una especie en peligro".

La crisis comenzó en el siglo XIX, cuando cabras salvajes fueron traídas a la isla, arrasando con los pastizales, engranaje fundamental en la dieta de las tortugas.

En medio de la catástrofe, la dirección del Parque Nacional Galápagos crió algunos ejemplares en cautiverio, los que paulatinamente fueron reintroducidos a su hábitat. Usando datos de tortugas marcadas hace 40 años, los expertos concluyeron que hoy existe un millar en estado salvaje. Sin embargo, advierten que aún es necesario restaurar el ecosistema y así garantizar la perpetuidad de la especie.