Dentro de un vagón del Metro que realizaba su último viaje, y oculto debajo de un asiento, un bolso que contenía un artefacto explosivo -hallado y denunciado por el conductor del tren- estalló antes de que personal del Gope de Carabineros lograra neutralizarlo. El incidente causó daños al convoy en la estación Los Dominicos, pero no dejó lesionados.

Este episodio ocurrido en julio pasado en el tren subterráneo encendió las alarmas en el gobierno, que junto a Metro y el Ministerio Público anunciaron medidas para mejorar la seguridad, que hoy nuevamente, se vio vulnerada.

En ese minuto el fiscal jefe de la zona sur, Raúl Guzmán, indicó que los nuevos blancos se centran en "espacios públicos que son ocupados por ciudadanos, en servicios de transporte público en horario de funcionamiento (...) esto claramente denota una situación de mayor gravedad y de mayor peligro para la integridad y la vida de las personas".

Por su parte, el fiscal nacional Sabas Chahuán descartó una seguidilla de atentados por parte de grupos radicales. "Son casos aislados, todavía (...) pero hay que estar muy atentos para que se mantengan así".

EL PLAN DE CARABINEROS Y METRO
Tras el atentado de julio, Carabineros instruyó un reforzamiento a las labores de vigilancia y tareas preventivas, para incrementar las medidas de seguridad en el Metro.

"Los patrullajes serán permanentes y se pondrá especial atención a las fechas emblemáticas y situaciones que se van suscitando luego del incidente del domingo", aseguraron en ese entonces desde el ferrocarril urbano.

De esta forma, se anunció que los patrullajes policiales se reforzarían en los horarios de mayor afluencia de pasajeros, es decir, entre las 7.00 y 9.00 y entre las 18.00 y 20.00. Asimismo, se pondrá especial énfasis a la vigilancia de estaciones terminales y puntos de combinación.

Artefacto explosivo detonó durante la noche en metro Los Dominicos