Personal del Estado Mayor Conjunto notificó a la viuda del Sargento 1º de la Armada, Guillermo Arévalo Flores, asesinado en Puerto Príncipe, Haití, que el resultado del sumario administrativo daba cuenta que el militar participó de una "actividad privada de carácter voluntario" y que no se encontraba cumpliendo "una orden o actividad dispuesta por una autoridad diplomática o militar", según la resolución emitida por el investigador de la institución armada, Rodrigo González.

El documento fue firmado por el general de aviación y sub jefe del Estado Mayor Conjunto, César Mac-Namara Manríquez, y en el que aclara que la salida del Sargento y su siguiente concurrencia a diversos locales en el sector de Petion Ville (lugar donde fue abatido el militar), "se trata de una actividad voluntaria, de carácter privado, previamente concertada por el mismo Sargento, e inicialmente con el Cónsul de Chile en Haití, Diego Rivera López, y posteriormente con el Sargento 2º de Carabineros Jorge Oyarzo Poffald".

"Durante la madrugada del 17 de junio de 2012 y hasta que se produce su fallecimiento, no se encontraba cumpliendo orden o actividad alguna dispuesta por una autoridad diplomática o militar, asignada a la Embajada de Chile en Haití", subraya la resolución.

Sin embargo, el escrito especifica que Arévalo falleció en un "acto de servicio", explicando que "el personal accidentado, inutilizado o fallecido estando de guarnición en las bases antárticas o en comisión de servicio en el extranjero, será considerado siempre como accidentado en acto determinado del servicio".

El documento no especfica quiénes son los responsables que dispararon al sargento, argumentando que "la presente investigación sumaria se encuentra sólo en el ámbito administrativo y especialmente previsional", especificando que la investigación criminal es competencia de la policía y sistema judicial de la República de Haití.

En el mismo sumario, se dispone reforzar ciertas medidas para el personal de la zona, entre las que se especifica realizar un briefing y entrega de cartillas e instrucciones de seguridad al personal, y la reiteración de lugares y horarios prohibidos.