La investigación encabezada por Gordon Hodson, un psicólogo de la Universidad Brock, en Ontario, sostiene que el racismo y los prejuicios en general, así como el conservadurismo social están relacionados con los niveles de coeficiente intelectual bajo.

En el estudio, los investigadores utilizaron dos tipos de pruebas de inteligencia y una serie de afirmaciones para medir las actitudes sociales conservadoras, declaraciones como "la vida familiar se resiente si mamá está trabajando a tiempo completo" y "las escuelas deben enseñar a los niños a obedecer a la autoridad".

A partir de ahí, capturaron también actitudes sobre la raza utilizando frases como "no me importaría trabajar con personas de otras razas".

En los resultados, encontraron una correlación entre los que tienen una baja inteligencia en la niñez y la celebración de las actitudes prejuiciosas en la edad adulta. Además, establecieron una relación que une ambos casos con el conservadurismo social. En un segundo conjunto de datos, los investigadores también encontraron una relación entre las pobres habilidades de razonamiento abstracto y la homofobia.

Hodson aclaró que la investigación se refiere al conservadurismo social y no al conservadurismo político, por lo que no significa que todos los liberales sean inteligentes y los conservadores tontos.

Sin embargo, Brian Nosek, psicólogo social y cognitivo de la Universidad de Virginia, quien no participó en el estudio, dijo que datos de encuestas y la investigación en ciencias sociales y políticas, muestran que el prejuicio es más común en aquellos que tienen ideales de derecha que los de otras tendencias políticas.

En ese sentido, Hodson, dijo que es razonable concluir que una ideología conservadora podría apelar a los que tienen "problemas para comprender la complejidad del mundo", ya que "las ideologías socialmente conservadores tienden a ofrecer la estructura y el orden y desafortunadamente, muchas de estas características también pueden contribuir a los prejuicios".