La Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah) está a las puertas de dar un giro. Después de una década de presencia militar internacional en el país más pobre del hemisferio occidental, la ONU y los gobiernos que participan en la misión con tropas, preparan para los próximos años una transformación de sus tareas, donde la principal apuesta es reducir el contingente militar y apuntar a la búsqueda de soluciones en áreas como salud, educación o reforestación, entre muchas otras.

Juan Rial, experto uruguayo en temas de defensa y miembro fundador de la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal) ha estado preocupado y viajando continuamente a Haití desde los 90, tras el fin del régimen de los Duvalier. Esta semana estuvo en Chile, donde participó en la Conferencia Internacional sobre Operaciones de Paz, organizada por Resdal y que contó con el respaldo del Ministerio chileno de Defensa. En esta entrevista, Rial aborda los desafíos que enfrenta la Minustah, el cambio de enfoque que se propone en un futuro próximo y las implicancias para Chile.

¿A partir de cuándo se producirá la transformación de la misión en Haití?

Probablemente a partir de 2015 o 2016. Es algo que tiene que resolver el Consejo de Seguridad alrededor de marzo. El personal militar en Haití y en el cual participan prácticamente todos los países de Sudamérica llegó a tener aproximadamente unos 9.000 militares, además de una cantidad apreciable de lo que se llama fuerzas de policía encuadrada. Eso aparte de toda una misión civil importante. Esto se aumentó y se incrementó notablemente luego del terremoto de 2010. Pero, por el hecho de que hay bastante resistencia de la población haitiana hacia la permanencia de la Minustah, y porque en los países hay dudas muy fuertes de permanecer o no en Haití, se viene la transformación.

¿En qué consistirá?

Ya hubo una reducción muy fuerte de personal y ahora la reducción más importante será en 2015 donde los militares llegarán a unos 2.000. Se sabe que habrá una suerte de batallón cerca de Puerto Príncipe, que se supone va a manejar Brasil. El asunto es si Brasil solo o integrado con algunos otros, más una fuerza de ingenieros que también tiene Brasil ahí. La otra es en Cabo Haitiano, donde actualmente están los chilenos, pero sería ampliada. También la duda es si sólo Chile va a asumir la responsabilidad de eso o lo hará en conjunto con Argentina o con Uruguay, cosa que aún está en discusión.

¿Qué pasará en las otras zonas de Haití?

Actualmente la zona sur, la que va hacia el oeste y la zona norte prácticamente no tiene presencia militar, sólo presencia policial; son las más tranquilas. Pero la gran duda es, si desaparece Minustah, ¿La Policía Nacional Haitiana tendrá capacidad para mantener el orden? Las dudas son muy altas.

¿Qué enfoque tendrá la misión?

Esta va a ser la primera experiencia de una misión que se transforma. De misión militar pasará a ser una de desarrollo político-económico-social, que nadie sabe muy bien todavía cuál será su libreto. O sea, necesitan apoyo para un plan nacional de desarrollo que no es fácil. Prácticamente un tercio del personal burocrático de Haití murió en el terremoto de 2010. Con lo que no hay capacidad para armar todo esto.

¿Si se reduce la fuerza militar se necesitará personal civil para otras tareas?

Se necesita personal y no se ve de donde sacarlo. Los mismos países podrían aportarlos, pero lo que pasa es que los militares normalmente van como voluntarios o por órdenes, pero a un funcionario del Ministerio de Agricultura no le puedes decir "te vas a Haití mañana". Muy difícil. No queda claro quién va a sustituir los militares.