En el norte de España, en Atapuerca, se encuentra la Sima de los Huesos, un pozo de 13 metros de profundidad cuyo fondo alberga el mayor depósito de fósiles humanos del mundo, con una cronología de unos 500.000 años. Hasta ahora se han recuperado de allí restos de casi una treintena de individuos de distintas especies de homínidos o ancestros humanos.

Por eso, paleontólogos del Instituto Max Planck y de la U. Complutense recurrieron a este lugar para tomar muestras a algunos de sus fósiles, logrando obtener su  ADN y la secuencia casi completa de los genes de un  individuo  que vivió en España 400 mil años atrás.

Sólo dos gramos del hueso de un fémur  y técnicas modernas de secuenciación de ADN bastaron para la hazaña científica.

Se trata del registro de ADN  más antiguo de un homínido logrado hasta ahora, lo que abre la posibilidad de conocer más en detalle el linaje humano.

"La importancia de este trabajo es que muestra que es posible conocer la genética humana de hace cientos de miles de años. Con esto  se ha ampliado la frontera del conocimiento", dijo a La Tercera Juan Luis Arsuaga, director del yacimiento de Sima de los Huesos, en Atapuerca, catedrático de la U. Complutense y uno de los autores del estudio.

NUEVA METODOLOGIA

En los últimos tres años, Max Planck ya había secuenciado el genoma de los neandertales (que habitaron hace 250 mil a 30 mil años)  y el de los denisovanos (un millón a 40 mil años)   considerados los primos asiáticos de los neandertales. En el primer caso se trató de un fósil de 38 mil años. En el segundo, uno de 80 mil.

Esta investigación logró retrasar la más antigua secuencia genética humana en más de 200 mil  años. Y para ello, nuevas metodologías y técnicas de secuenciación de ADN fueron necesarias, en este caso una desarrollada por Matthias Meyer, de Max Planck y autor principal del estudio, explica Ansuaga. "Aún en este yacimiento hay segmentos de fósiles muy degradados. Lo que logramos es trabajar con segmentos minúsculos, ensamblarlos y obtener con ello un genoma mitocondrial casi completo", dice.

Eso significa que si el ADN mitocondrial tiene 16 mil pares de bases, aproximadamente, ellos lograron trabajar con menos de 95 pares, lo que hasta ahora era la frontera, explica el experto.

LINAJE HUMANO

La investigación, que aparece en la revista Nature, arrojó varios datos sorprendentes para los investigadores. Tras extraer el genoma mitocondrial del homínido de la Sima de los Huesos, los científicos lo compararon con el  genoma de neandertales, denisovan, chimpancés y bononos y humanos modernos.

Para su sorpresa, el fósil mostró más similitud genética con los denisovan, que habitaron los montes Altai, en Siberia, y no con neandertales, que vivieron en Europa y especialmente en España. Dada la lejanía geográfica y que ambos homínidos se separaron en la escala evolutiva hace 700 mil años, los expertos creen que esta relación genética entre poblaciones tan distantes puede tener explicación en un linaje hermanado con los neandertales, pero del este euroasiático.

Por datación, los  fósiles se clasifican como Homo heidelbergensis, ancestro humano que habitó Europa  entre 500 mil a 250 mil años.

Pero los fósiles también tienen  rasgos distintivos de los neandertales, como dientes, mandíbulas y la morfología del cráneo, pese a ser muy anteriores a ellos. Y su gemoma es más parecido al de los denisovan. "Este resultado inesperado apunta a un complejo patrón evolutivo en el origen de los neandertales y los humanos modernos", dice y agrega: "También nos dice que hace 500 mil años había una gran diversidad genética en Europa", dice el experto español.

Para resolver la encrucijada de qué especie se trata se necesitarán nuevas investigaciones. Seguramente descifrar su genoma nuclear (que incluye línea paterna).  El nuevo desafío para las técnicas de ADN.