Cruzó ríos revueltos, bosques solitarios, roqueríos gigantes y nieves eternas. Terminaba febrero de 1946 y Pablo Neruda, arriba de un caballo, se abría paso por la Cordillera de los Andes hacia Argentina junto a cuatro arrieros. "Buscábamos el derrotero hacia mi propia libertad", dijo 25 años después, en su discurso al recibir el Premio Nobel de Literatura, recordando có-mo terminó el año que vivió clandestino, arrinconado por el Presidente Gabriel González Videla. Período de aventuras legendarias para el senador comunista Neruda, también en esos días inició la escritura de Canto general. Ahora, además, será una forma de recordarlo a 40 años de su muerte.

Fallecido el 23 de septiembre de 1973, a los 69 años, hoy la versión de que fue un cáncer el que lo mató está en revisión: por orden del juez Mario Carroza, desde abril se analizan los restos de Neruda en laboratorios de Chile, EE.UU. y España. Buscan rastros de intervención de terceros. A la espera de los resultados, la próxima semana se inician las conmemoraciones.

El jueves 28 de agosto la Fundación Itaú abrirá dos exposiciones en memoria de Neruda. Una sigue su íntima relación con la plástica del siglo XX y la otra recoge documentos y fotografías de su año clandestino. Ambas son curadas por Manuel Basoalto, quien mostrará imágenes de su película Neruda fugitivo: una obra de ficción sobre esos años, en que José Secall encarna al poeta. Se estrenará en marzo de 2014.

Paralelamente, la Fundación Neruda publicará una versión facsimilar de Residencia en la Tierra, editada en una pequeña tirada por el sello Nascimento en 1933, hace 80 años. Se lanzará en el nuevo espacio Estravagario de la fundación, precisamente el 23 de septiembre próximo. Ese día se cierra el plazo del Primer Concurso de Poesía Juvenil Pablo Neruda, abierto a estudiantes de primero a cuarto medio.

EN EL ARTE Y EL CINE

Considerada su primera obra maestra, Residencia en la Tierra fue una obsesión para Neruda. Tras la primera versión, vendrían dos "residencias" más. Sólo en 1938 completó la obra, su entrada y salida de la vanguardia. Lo que se rescata ahora es lo que escribió entre 1925 y 1931, entre Santiago, Rangún, Java y Singapur, antes de cumplir 30 años. Veinte años antes de su escape por la cordillera.

Según Basoalto, los días fugitivos del poeta van a terminar de forjar su mirada: "Ese período fue absolutamente determinante para Neruda en la construcción de su obra poética y en las opciones de su vida como hombre público", sostiene.

Basoalto cuenta en la muestra Neruda, Cine y Memoria (en la sala Suecia 26 de Itaú) la clandestinidad del poeta, la cual estará registrada por fotografías (de Lola Falcone, entre otros) y documentos como la identificación falsa que usó el escritor, con el nombre de Antonio Ruiz Lagorreta. Como contrapunto, se verán fotos de Neruda fugitivo.

"La película es una historia de aventuras en un contexto de persecución política", adelanta Basoalto, que precisa que sigue los pasos del poeta en su escondite en el sur, en el lago Ranco y luego en el cruce de la cordillera. "Pero Neruda fugitivo no deja de relatar la vida de un poeta y aspectos fundamentales de su formación creativa y humana", agrega.

La otra exposición, Neruda en el Arte Contemporáneo (Espacio ArteAbierto Apoquindo 3457) recoge obras inspiradas en libros y poemas de autores como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Oswaldo Guayasamín, y de chilenos como Roser Bru, Mario Carreño, Nemesio Antúnez, José Balmes, Gonzalo Cienfuegos, entre otros. Se podrá ver Toros, un libro con grabados de Pablo Picasso, entre otra decena de libros ilustrados por artistas, de ediciones raras y de colección.