En el mundo laboral actual es fundamental entender a las empresas como una organización de personas. Es decir, comprender que las compañías son más que una mera estructura de producción y que deben transformarse en

comunidades de vida

. Un lugar donde el hombre conviva y se relacione con sus semejantes y donde el desarrollo personal no sólo sea permitido, sino que fomentado. Sólo desde esta mirada, las personas podrán entregar su valor agregado.

Es desde la persona y todas sus capacidades y relaciones desde donde se pueden enfrentar los desafíos que nos presenta la nueva economía, la cual está marcada por la innovación y la creatividad. Si en 1900 sólo el 17% de los empleos requerían personas con destrezas intelectuales, hoy esa cifra ha ido en aumento, transformándose en un 60%.

Stefano Zagmani, economista italiano, asegura que el actual problema de la economía no es la falta de recursos, sino que el no saber aprovechar al máximo el talento y conocimiento de las personas. Una afirmación que viene a reforzar la idea de que el ser humano es más que un mero recurso.

Es el centro y la fuente principal del desarrollo de la empresa

. Y es por ello que es fundamental conocer sus necesidades y fomentar su desarrollo íntegro.


UNA PERSONA: ¿DOS MUNDOS?

Las personas pasan gran parte de la vida trabajando, por lo que no se debe ver el trabajo como algo aislado de la vida personal y, de otro aspecto fundamental, que es la vida familiar.

En este contexto, urge el desarrollo del concepto de

flexibilidad

, donde no sólo nos referimos a una flexibilidad horaria, que por cierto es fundamental, o a una de espacio como el teletrabajo, sino a una que abarca un concepto más de fondo, que implica el traspaso y desarrollo de habilidades desde el mundo laboral al familiar y viceversa.

Aprovechar las capacidades parentales para la vida laboral es la gran flexibilidad

de mirada que debieran tener las empresas para poder compatibilizar trabajo y familia.

Por esto, resulta clave capacitar a un padre o una madre en habilidades parentales como por ejemplo; en la capacidad de escuchar, en el ejercicio de una verdadera autoridad, en la capacidad de entender y valorar las diferencias de sus hijos. Adquirir esas habilidades para la familia, generará al mismo tiempo las habilidades necesarias para el desarrollo laboral de estos mismos padres y madres.

Por eso la propuesta es no sólo conciliar familia y trabajo, como dos pilares opuestos y en conflicto, sino mirar con una

visión sistémica y flexible a ambos espacios

de desarrollo de las personas. Es probable que quien busque los caminos para ser un mejor padre o madre, también esté en camino de ser un mejor trabajador o un mejor jefe.

Sólo en una sociedad y en empresas familiarmente responsables podremos lograr el verdadero éxito

, un éxito que no puede ser a costa del hombre y su condición natural, sino que debe potenciar las capacidades singulares de cada ser humano.

REQUISITOS DE UN DEPARTAMENTO DE APOYO FAMILIAR

Escuchar a los empleados y sus preocupaciones familiares.

Realizar cursos de capacitación parental, "mejores padres, mejores trabajadores".

Generar círculos de calidad familiar para compartir experiencias.

Implementar políticas de flexibilidad en el tiempo y en el espacio, como el teletrabajo.

PARA TENER EN CUENTA

El

Grupo Enersis

(Enersis, Endesa Chile y Chilectra) es una de las principales multinacionales eléctricas privadas de Latinoamérica, con presencia en cinco países de la región. Una compañía que se encuentra a la vanguardia en temas de conciliación familia-trabajo y flexibilidad laboral. De hecho, durante 2011 fue reconocida como la tercera empresa del país en el Ranking de las Mejores Empresas para Madres y Padres que Trabajan.

El año 2009, junto a la consultora Concilia, comenzaron a trabajar en mesas de trabajo. Una iniciativa que dio origen a una innovadora idea: la formación de una

Escuela de habilidades parentales

.

La Escuela de Padres consiste en un ciclo de charlas que busca dar herramientas a los participantes para que puedan ejercer de una mejor forma su rol parental.

El sustento que hay detrás de esta iniciativa es la firme convicción de que es la

familia la primera escuela donde las personas aprenden y desarrollan competencias fundamentales para la vida

como la confianza y la cooperación. Competencias que son aplicables al mundo laboral. La idea es que si uno aprende a ser un mejor papá probablemente será un mejor trabajador.

Apostando a esto es que en el  2010 se desarrolló formalmente

La escuela de habilidades parentales

en las empresas del grupo. Participaron 40 personas de Santiago y 3 grupos de regiones; en total 120 personas, de áreas transversales y diversos roles jerárquicos.

De esta forma se desarrolló un ciclo de cuatro conferencias para padres y madres de hijos preescolares y adolescentes. La reunión era cada 15 días, duraba una hora y media y se trabaja en forma de taller.

El cierre de este ciclo concluyó con una jornada familiar, donde los participantes pudieron relacionar y poner en práctica algunas de las habilidades adquiridas. La iniciativa fue todo un éxito, por lo que el programa se repitió el 2011.

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El curso

Conciliación familia-trabajo

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