El presidente de la Federación Nacional de Buses del Transporte de Pasajeros (Fenabus), Marcos Carter, señaló que la empresa Tur-Bus no pertenece a la agrupación y por lo mismo no está sometido a los controles automatizados de la Fenabus.
Carter explicó que Tur-Bus "es socio nuestro, pero no pertenece al sistema de control de horario, de velocidad y de control de horario de trabajo", indicó a Radio Cooperativa.
Este sistema "registra todo el desarrollo a bordo de los buses" como excesos de velocidad, control de horas de conducción, tiempo de espera y descanso entre turnos laborales, registro de intentos de intervención, reportes históricos y en línea", entre otros.
El objetivo es que se "le pudiera informar directamente al usuario todo lo que va ocurriendo a bordo del bus, los excesos de velocidad segundo a segundo y también si se interviene el sistema", agregó.
Asimismo, dijo que cuando se creó la Fenabus "si la autoridad, y hasta ahora, nos hubiera dado un apoyo a nivel de país para estos controles, a lo mejor estaríamos hablando de otra cosa".
"Todas estas cosas las hemos reclamado en la Inspección del Trabajo y los ministerios" expresó Carter, quien además añadió que "cuando uno hace ver esto y la autoridad del Trabajo dice 'mire, no me hable más del sistema automatizado', ¿qué quiere que diga yo? Yo estoy defendiendo vidas humanas, pero tenemos que involucrar a la autoridad de gobierno".
Sobre la salida de Tur-Bus de la Fenabus, Carter explicó que se debe a que "es una decisión de libre mercado, donde ellos tomaron la decisión de eliminarse de este control y eso es materia de ellos".
Tras el accidente que protagonizó un bus de la citada empresa en Tinguiririca el año 2006, donde fallecieron 26 personas, "ellos se retiraron (de la Fenabus) por un tema judicial que el juez de Rancagua, cuando tuvieron el accidente, los obligó" y crearon un sistema de control propio, sentenció.
En la misma línea, recalcó que debe ser la Dirección del Trabajo la que responda por autorizar "ese sistema" y determinar si cuenta con los estándares apropiados para su funcionamiento.