Eran cerca de las 21.00 horas y el fiscal jefe de Curacaví, Cristian Cáceres, llegaba a la parcela del abogado Raúl Santa María, ubicada en el sector Cuyuncaví de la mencionada comuna, donde luego se encontrarían los cuerpos sin vida del profesional junto a su esposa y asesora del hogar.

En el lugar permanecía un grupo de 12 detectives de la Brigada de Homicidios de la PDI que desde cerca de las 15 horas intentaba persuadir a Danny Dávalos (48), cuidador del recinto, quien se encontraba parapetado y amenazaba con un arma.

Los policías contaban con una orden judicial de entrada y registro del predio, luego que uno de los hijos del destacado profesional presentara una denuncia por presunta desgracia. Paralelamente a la llegada del fiscal, integrantes del Equipo de Reacción Táctica de la PDI (Erta) se constituían en el lugar, con la finalidad de persuadir a Dávalos quien intimidaba con un revólver calibre 38 a los policías.

El hombre pedía insistentemente hablar con el fiscal. Fue así como el investigador accedió a la petición y, a una distancia cercana a los 10 metros, intercambió un par de palabras con el imputado. 

"En un primer momento quería la presencia del fiscal. Yo concurro al lugar, establezco un diálogo mínimo con el imputado, puedo apreciar que él en ningún momento tuvo la actitud de querer dejar ingresar a los funcionarios policiales a fin de dar cumplimiento a la orden judicial de entrada y registro", relata el fiscal Cáceres.

Recuerda que durante esos minutos notó que Dávalos tenía un buen manejo del vocabulario. Sin embargo, sus palabras estaban marcadas por incoherencias. "Vengo del planeta Blanco", "Díganme un número y veo si los dejo entrar" y "ustedes andan con mecanismo de ataque" fueron parte de sus dichos.

Ante la actitud del hombre, el fiscal concluyó su intervención y se dio paso a la intervención de la PDI. "El grupo táctico Erta sostuvo un diálogo con el imputado. Este tampoco acepta  el ingreso de los funcionarios policiales. Por lo tanto, se accede de manera compulsiva al lugar, momento en que el imputado hace uso del arma de fuego que tenía en sus manos y se produce un intercambio de disparos", contó el fiscal.

"Lo que yo vi es que el imputado comenzó a hacer uso de su arma de fuego, huye del lugar  y sale disparando a los funcionarios policiales y éstos- en persecución del individuo (...) metros más allá cae abatido", añade el fiscal.

A raíz del enfrentamiento, el hombre con dos heridas de balas, una de ellas habría sido autoinferida. Actualmente permanece internado en el Hospital San Juan de Dios y custodiado por detectives. El fiscal Cristian Cáceres espera contar en las próximas horas con peritajes de huellas al vehículo donde fueron halladas las víctimas y otras pericias para determinar la formalización del hombre.

EL CASO

La investigación que lleva adelante el fiscal Cristián Cáceres intenta clarificar las circunstancias y responsables de la muerte del abogado Raúl Santa María de la Vega (69), su esposa, Rose Marie Dávalos Echeverría (50), y la empleada, Isabel Méndez Arancibia (53), quienes fueron encontrados muertos al interior de un vehículo.

El automóvil se encontraba en el patio de la parcela de la familia, en momentos en que la policía llegó hasta la residencia ubicada en en el sector Cuyuncaví, ya que indagaba una denuncia por presunta desgracia interpuesta por el hijo del profesional, dado que se encontraba desaparecido desde el sábado.

En el predio, los efectivos policiales fueron atendidos por Danny Dávalos Echeverría (48), cuñado del abogado y cuidador de la parcela, quien les negó el ingreso en medio de insultos, lo que terminó con disparos.

Dávalos Echeverría se encuentra internado y una vez recuperado, se le tomará declaración, ya que es el mayor sospechoso de ser el autor del triple homicidio, una vez que la policía le incautara un arma de calibre 22, que de acuerdo con las primeras pericias, se trataría del mismo calibre de bala con el que fueron heridas las víctimas.