Investigadores ingleses finalmente revelaron lo que hasta hoy sólo estaba casi confirmado: el esqueleto encontrado en un parque corresponde al del rey Ricardo III, muerto en la batalla de Bosworth en 1845.

Richard Buckley, arqueólogo jefe del proyecto, afirmó que están 100% seguros que los restos corresponden al último monarca de la Casa de York. Para comprobarlo, analizaron el ADN del cuerpo y lo compararon con el de Michael Ibsen, un fabricante de muebles de origen canadiense y descendiente directo de la hermana de Ricardo, Ana de York.

Entre otros, los restos muestran diversas lesiones de heridas en batalla sobre todo en el área posterior del cráneo, además de una punta de flecha de metal entre las vértebras de la espalda.