Posiblemente, Pablo Hernández haya sido el jugador más criticado luego de la caída en Argentina. El volante que en el papel tenía la misión de reemplazar a Arturo Vidal no gravitó, aunque cuando fue retrasado luego de la salida de Francisco Silva su rendimiento dejó la sensación de mejorar.

Así lo dejó en claro que Juan Antonio Pizzi haya decidido darle cabida como volante central ante Venezuela. El Tucu ya fue utilizado en ese puesto en la victoria de Chile ante Bolivia por 2-1 en la Copa Centenario. Después, fue requerido en semifinales con la suspensión de Vidal en semifinales frente a Colombia, pero salió rápidamente sustituido por lesión.

En Eliminatorias, el Tucu no convenció en el choque frente a Ecuador, donde no estaba Vidal, y frente a Uruguay, donde reemplazó al suspendido Aránguiz en la titularidad. Ante la Celeste, eso sí, dejó una mejor sensación.

En esos pleitos, y en el inicio frente a Argentina, el Hernández estaba encargado a roles más ofensivos. Pero ahora vuelve a hacer de Marcelo Díaz, con quien comparte día a día en el Celta. Una nueva prueba para un cuestionado.

Entre otros factores para tener esa confianza, el Tucu se ha consolidado como titular en Celta, actuando en 19 pleitos durante esta Liga.