Famosa por su movida vida nocturna y sus maravillosas calas, pequeñas entradas de mar, la isla mediterránea de Ibiza encanta a miles de turistas que cada año disfrutan de sus atractivos.

Aunque las fiestas y hermosas playas no es lo único que ofrece este trozo de tierra que pertenece a la comunidad española de Islas Baleares. Y es que Ibiza esconde verdaderos tesoros arqueológicos entre sus murallas.

De acuerdo al sitio español ABC.es, sus blancas fachadas, estrechas calles y monumentos dan cuenta del pasado de esta isla como punto de encuentro de navegantes durante muchos siglos.

Es así como en el año 1999 la Unesco declaró a Ibiza Patrimonio de la Humanidad. Siendo la única ciudad española, bañada por el mar, que ha logrado este reconocimiento internacional.

MURALLAS DE IBIZA
Los muros románicos que rodean el casco histórico de la ciudad llaman la atención de los turistas. Esta fortificación, llamada Dalt Vila (barrio alto), posee cinco puertas de entrada.

El acceso principal es el Portal de ses Taules, el cual se ubica frente al barrio de la Marina. Luego se puede acceder al Patio de Armas, un lugar muy especial con diez arcos que durante años acogió un mercado hippie.

Dalt Vila reúne la mayor parte del patrimonio histórico de la ciudad, como las fortificaciones de la muralla y el revellín, desde donde los viajeros tendrán preciosas vistas de la bahía de Ibiza. Desde aquí también se pueden observar los rojos tejados del Convento de Santo Domingo, que actualmente funciona como el Ayuntamiento.

Quienes siguen el recorrido ascendiendo por las estrechas calles de la ciudad hasta la plaza de la Catedral, se pueden encontrar en el camino con el Museo Arqueológico de Ibiza, el cual reúne una cantidad importante de restos que dan cuenta de la cultura y el estilo de vida de esta isla española bajo dominación cartaginesa.

Al lado del Museo Arqueológico se encuentra la Necrópolis de Puig des Molins, un yacimiento arqueológico que fue el cementerio de la ciudad desde su fundación de mano de los fenicios occidentales hacia el siglo VII.

Este maravilloso vestigio fue la razón por la cual Ibiza fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que es el cementerio más grande y mejor conservado de la cultura fenicio-púnica con más de 3000 tumbas.

RECORRIDO HISTORICO
Luego, es recomendable pasar por la Almudaina, un recinto fortificado que en su época acogía las instalaciones militares y administrativas del gobernador musulmán. Y desde el siglo XVIII este lugar se encuentra pegada al Castillo de Dalt Vila luego de derribar la muralla y la torre que los separaba.

Siguiendo el recorrido, la plaza de Antoni Riquer funciona algunas veces de frontera entre los barrios de la Marina y Sa peña que se constituyen como los sitios más pintorescos de Ibiza.

El barrio de Sa peña es un verdadero laberinto de calles empinadas y amontonadas que se emplazan sobre el dique rocoso del puerto viejo de la isla. Se trata de una zona muy encantadora, por sus estrechos pasadizos y el abandono de sus fachadas.

En tanto, la Marina está situado donde antiguamente funcionaban cuevas habitadas por pescadores. Y hoy reúne las tiendas más caras de la moda ibicenca, lujosos restaurantes, salas de arte y diversos puestos ambulantes.

De la misma manera, este barrio también concentra la vida nocturna de Ibiza y en sus locales se reúne una multitud muy diversa. Por lo que, para quienes no quieren perderse las famosas fiestas de esta isla, deben visitar la Marina.

Aunque para cualquiera que visite Ibiza, es necesario conocer su exquisita gastronomía, la cual se caracteriza por su mediterraneidad. Es así como diversos restaurantes de esta isla ofrecen los platos típicos como el "bullit", un rico guisado de pescado, el "sofrit del pagés", la "borrida de rajada", el arroz seco o el pulpo frito.