La tensión se agravó hoy en Egipto con nuevas movilizaciones de la oposición y el incendio de sedes del partido Justicia y Libertad de los Hermanos Musulmanes, del presidente Mohamed Morsi, quien llamó a seguir el "camino" trazado después que se arrogó ayer mayores poderes. "Trabajo por la estabilidad económica y social y para el traspaso de poderes", dijo el mandatario, al hablar fuera del palacio presidencial ante decenas de miles de seguidores. 

Las oficinas del PLJ fueron incendiadas en las ciudades de Suez, Ismailiya  y Port Said, según el canal. Un responsable del partido islamista indicó además  a la AFP que las oficinas del partido fueron tomadas en la ciudad de  Alejandría, en donde estallaron autos, entre manifestantes a favor y en contra  de Morsi. Hay 115 heridos, según la prensa.

Ayer, el mandatario egipcio, primer presidente civil e islamista del país más poblado  del mundo árabe, se arrogó en una "declaración constitucional" el derecho de  tomar cualquier decisión o medida para proteger la revolución" de 2011. La cadena BBC en su sitio web enlaza una nota de los primeros cien días de gobierno de Morsi.

"Las declaraciones constitucionales, decisiones y leyes emitidas por el  presidente son definitivas y no pueden ser apeladas" en espera de una nueva  Constitución, prevista para mediados de febrero, según esta declaración.

MAS PODERES
Tras haber sido el negociador de la tregua en el conflicto entre Israel y Hamas y ganar reconocimiento ante la comunidad internacional, Morsi "blindó" la asamblea constitucional, cuyas decisiones ahora serán inapelables ante los jueces. 

En una decisión muy criticada por la oposición, que lo calificó de "nuevo faraón", Morsi aprobó un decreto con el cual se protegerá a la asamblea de eventuales disoluciones mientras se redacte la nueva constitución, objeto de fuertes disputas entre laicos e islamistas.  El decreto determina que la asamblea no puede ser disuelta ni por el sistema judicial ni por la Cámara Alta del Parlamento de Egipto.

A pesar de las críticas, Morsi dijo hoy que Egipto "debe continuar su camino: confío en Dios y en el hecho que conservará este país", afirmó, al margen de los tradicionales rezos de los viernes.

Pero las medidas anunciadas por Morsi provocaron reacciones adversas incluso entre sus aliados. Samir Morcos, copto, asistente para la transición democrática, anunció su renuncia al cargo, afirmaron a ANSA fuentes cercanas al consejero presidencial.