Inmigrantes en Estados Unidos celebran hoy el Día Nacional contra las Deportaciones, con vigilias y manifestaciones para exigir una reforma migratoria que legalice a los casi once millones de indocumentados que viven en el país. 

La jornada, que lleva por seña característica la frase "Ni uno más", está prevista que englobe cerca de 80 eventos y se desarrolle en las principales ciudades del país, entre ellas Washington, Los Ángeles, Nueva York, Boston, Miami, Raleigh y Atlanta, entre otras.

Durante las marchas, algunas de las cuales se han iniciado desde tempranas horas, los manifestantes invocarán al presidente del país, Barack Obama, que saque adelante el proyecto de reforma migratoria, aprobado en el Senado, pero atascado aún en la Cámara baja, de mayoría republicana. 

Los organizadores hacen hincapié en que este mes de abril se alcanzará la cifra de 2 millones de personas deportadas a lo largo de la actual Administración Obama, a una media de 1.000 expulsiones diarias.

"El presidente Obama y su Administración deben comprender que nuestra comunidad no puede seguir esperando", recalcaron desde la organización, a la vez que demandaron al mandatario acciones concretas e inmediatas, y que para ello aplique su "autoridad ejecutiva".

Las manifestaciones de hoy se enfocan en la necesidad de paralizar las deportaciones, expandir a todos los inmigrantes la Acción Diferida (que actualmente beneficia solo a una parte de los jóvenes indocumentados en el país), así como eliminar el programa "Comunidades Seguras" que entrega a la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) a indocumentados detenidos por delitos menores.

"Queremos que el presidente Obama sea un verdadero reformista, no el deportador en jefe", señaló Jonathan Fried, director de WeCount!, la organización que promueve esta tarde en Miami una concentración y vigilia en la localidad de Homestead, al sur de la ciudad,en el marco de esta convocatoria.

"El puede proveer un remedio para la comunidad con su firma", recalcó.