El gobierno italiano de Mario Monti, proporcionará escoltas policiales armados a unos 500 ejecutivos y funcionarios de compañías estatales, incluyendo agencias recaudadoras de impuestos, que recientemente han sido blanco de ataques.

El plan incluye el despliegue de cerca de 20.000 efectivos policiales para custodiar oficinas y otros locales pertenecientes a la agencia recaudadora de impuestos Equitalia, el conglomerado industrial y de armamento Finnmeccanica,  controlado por el Estado, muchas de sus subsidiarias y otras instituciones que aún no fueron reveladas.

"Necesitamos mantener un elevado estado de vigilancia", declaró la ministra del Interior, Anna Maria Cancellieri, al presentar el programa en Roma.

La ministra manifestó además que unos 4.250 soldados serán desplegados para proteger algunos potenciales blancos de ataques, pero no dio más información.

Las medidas del gobierno se aplican tras la ola de ataques, incluyendo el tiroteo que dejó herido a Roberto Adinolfi la semana pasada. Adinolfi es jefe de la compañía estatal de energía nuclear Ansaldo Nucleare, subsidiaria de Finmeccanica, en la ciudad de Génova.

El ataque fue reivindicado por un grupo autodenominado Federeazione Anarchica Informale (Federación Informal Anárquica, FAI), que también se atribuyeron una serie de ataques con bomba en Italia y Alemania en los dos últimos años.

La entrega de cartas con explosivos en las instalaciones de Equitalia en Roma la semana pasada desató el temor a ataques terroristas en Italia. La oficina de la agencia en Livorno también fue atacada el sábado por dos cócteles Molotov, aunque los incidentes no dejaron heridos.

TENSION
Los ataques se registraron en medio de una creciente tensión por los recortes aprobados por el gobierno tecnócrata del primer ministro Monti, que incluyen subidas de impuestos.

También hoy, el premier expresó su solidaridad con las agencias Equitalia y la Agenzia delle Entrate, durante una visita realizada a la sede de esta última en la capital italiana. Dirigiéndose a los funcionarios de las dos agencias, Monti condenó la violencia y aseguró que los políticos que critican sus políticas económicas deberían bajar de tono sus ataques verbales.

"Uno debe ser muy cuidadoso al elegir las palabras para describir a la Agenzia delle Entrate, Equitalia y sus empleados. Las palabras son como piedras", declaró Monti.

Aparentemente, el primer ministro se refería a los reportes de prensa que conectaban la ola de suicidios de empresarios con la presión que recibían de agencias como Equitalia, calificados de sensacionalistas. El gobierno asegura que los reportes oficiales no demuestran un incremento considerable de suicidios desde 2009.

Pagar los impuestos es "una contribución que el ciudadano hace para el bien común. Es importante enseñar en la escuela que evadir los impuestos no debe ser considerado un acto de inteligencia", agregó Monti.

Monti ratificó que las medidas de austeridad son necesarias para aplacar la inquietud del mercado ante la elevada deuda pública de Italia, de más de dos billones de euros (2,6 billones de dólares), la más alta de Europa, del 120 por ciento del PIB.

Sin embargo, los críticos sostienen que la subida de los impuestos complica la situación de las pequeñas y medianas empresas, que son importantes para la economía.