Pasadas las 14.00 horas, Javier Cembrano (18) recibió el llamado a su celular mientras jugaba con sus perros. Casi al mismo tiempo, su madre atendía el teléfono de la casa, recibiendo la misma  noticia: el menor de sus seis hijos se convertía en el máximo puntaje ponderado de la PSU 2014 con 842 puntos entre Lenguaje (842) y Matemáticas (850).

"En Matemáticas me había dado el puntaje en los ensayos, pero en Lenguaje nunca obtuve esa cifra", señaló Cembrano a La Tercera. "Esa fue mi mayor sorpresa", agregó el ex alumno del Colegio San Ignacio El Bosque. 

Tras ser presidente del centro de alumnos de su colegio en 2013, todos sus esfuerzos para la PSU se concentraron en el 2014, cuando intensificó sus estudios.

Y a solo horas de conocer el resultado de su prueba, ya conversó con su familia sobre la carrera a seguir: Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, con especialización en Industrial.

"En realidad ha sido difícil elegir", reconoció. "Pero la Ingeniería me permitirá tener una mirada más global, porque también me gusta el tema de la educación y la política", señaló.

Aunque optó por seguir los pasos de uno de sus hermanos (que ya pasó por la misma carrera a la que postulará), otra de sus opciones fue la Pedagogía, enfocada en su área predilecta, las Matemáticas. "Pensé en la pedagogía, era una posibilidad", explicó, pero la Ingeniería le permitirá explorar todas sus preferencias. "La Ingeniería será una herramienta porque soy bueno en eso, pero más adelante también me gustaría ver el área de las políticas públicas y la educación, trabajando en colegios, por ejemplo", agregó.

OPORTUNIDADES

Con un promedio 6,86 (NEM) y su privilegiado puntaje PSU,  Cembrano sabe que su posición es diferente a la de la mayoría. "Tuve muchas oportunidades. Estar en un buen colegio, eso influye mucho. Es un punto de partida que abre el camino, versus alguien que no tiene las mismas oportunidades", analizó. "Lamentablemente es así, ojalá llegue el día en que no lo sea. Para mi igual es una responsabilidad super grande porque puedes lograr grandes cosas y no centrarse solo en eso, sino apoyar a los demás porque no tiene ningún sentido llegar lejos y no hacerlo", concluyó.

Para su madre, María Teresa Lasserre, es esa visión la que, además del puntaje obtenido en la PSU, la enorgullece. "Javier se merece todo eso, ha puesto mucho esfuerzo, es un cabro (sic) muy estudioso, pero no está ajeno a las necesidades sociales, no tiene tapado los ojos. Sé que donde vaya va a ser el bien. Eso es lo que me emociona, porque siendo tan niño, es muy consciente que lo que le hace falta al país", concluyó la madre.