DESDE LA distancia he visto cómo los estudiantes chilenos marchan a Oz. Sin embargo, me es difícil creer que las peticiones que Dorothy y sus amigos llevan consigo a La Ciudad Esmeralda conducirán al lugar correcto.

La discusión actual está centrada en los insumos y no en los resultados del sistema. Los primeros incluyen a los docentes, la infraestructura, libros, equipos y los mecanismos de financiamiento, entre otros. El resultado de un buen sistema educacional es, en cambio, una población culta y diestra, capaz de usar los conocimientos adquiridos en labores colectivas que permitan el desarrollo del país. La forma como se provee de insumos al sistema sólo es relevante en la medida de que se generan mejores resultados. Lo que cuenta son los libros que están dentro de las cabezas de los estudiantes, no los que llevan dentro de sus mochilas.

Los resultados han estado ausentes en el viaje a Oz, más allá del uso reiterado de la palabra "calidad", de la cual no creo hayamos acordado una definición precisa. ¿Queremos cambiar la forma de financiamiento o queremos aprender más? Estas dos alternativas no son mutuamente excluyentes, pero tampoco van necesariamente de la mano.

Otro punto a considerar es que la educación exige responsabilidad y compromiso individual de los estudiantes. La mejor manera en la que un estudiante puede apoyar al sistema educativo es simplemente estudiando. Sin embargo, no está claro que los estudiantes en paro hayan seguido estudiando. Este punto importa, porque la interpretación de las peticiones que los estudiantes llevan a Oz son distintas en un mundo en el que se estudia para aprender o en uno en que se estudia "para la prueba". Si los estudiantes no están estudiando en sus casas ahora, la discusión actual no es sobre las fuentes de financiamiento al aprendizaje, sino sobre las fuentes de financiamiento a los mecanismos de compromiso a éste. Por amplio que sea el financiamiento, sin un compromiso individual al estudio, los resultados serán mediocres.

Un punto que no he tenido el placer de escuchar en la marcha a Oz es el rol académico de las universidades. El objetivo de éstas no es sólo transmitir conocimientos existentes a los jóvenes de hoy. Ellas tienen la responsabilidad de investigar, de generar conocimientos nuevos para los jóvenes de mañana. De acuerdo con los ranking, en Chile hay sólo dos que están en el top 500 internacional: la UC y la U. de Chile. Y estas se ubican bajo el número 400. Todos queremos aumentar el número de instituciones que realizan investigación en Chile y mejorar el impacto nacional e internacional de ellas. Una discusión que no considere seriamente el efecto de las reformas en el rol académico de las universidades es, desde un punto de vista estratégico, peligrosa e irresponsable.

Que el sistema educativo chileno tiene problemas, los tiene. Las letras del canto a Oz y la renuencia a aceptar correcciones con tinta roja a las peticiones actuales, son en parte evidencia de ello. Cuando marchemos a Oz, no olvidemos que, aunque el mago otorga diplomas, los conocimientos son lo que importa y, que sólo con mucho esfuerzo, uno puede meterlos en la cabeza.