La historia dice que fue Julio Alberto (o Albert) von Appen Oestman, un alemán nacido a comienzos del Siglo XX, el primero del clan en zarpar a Chile. Creció en Hamburgo, la ciudad portuaria más importante de Alemania, a las orillas del río Elba y tal como su homónimo padre, también se dedicó a ser marino mercante. Fue el primero del clan en establecerse en territorio chileno, el padre de una verdadera dinastía.

Durante las últimas semanas, pero sobre todo en la que acaba de terminar, el apellido ha sido uno de los más recurrentes en el deporte chileno. Henrik (22 años) y Sven (19), los hermanos e hijos de Dag (54), el velerista; junto a Kai Horwitz (18), hermano de la velerista olímpica Nadja (20), representaron a Chile en el Mundial de Ski Alpino en St. Moritz, Suiza. Además Per, el tío, destacó en las velas, ganando varias regatas en el campeonato chileno. Fue recién esta semana, pero los antecedentes deportivos de la familia no son nuevos.

Ya durante la década de los '80 fue Dag el que comenzó irrumpir en los campeonatos de windsurf, llegando incluso a representar a Chile en Juegos Panamericanos de Caracas 1983, donde fue octavo. Al velerismo llegó casi al mismo tiempo, cuando tenía 14 años, primero sobre un bote láser y luego embarcándose en todos los otros, hasta los Soto 40, donde ha comandado una verdadera invasión de estas naves en las aguas chilenas. En esta categoría es uno de los líderes de la temporada, terminando tercero en la última fecha del Campeonato Nacional Náutico (CNO) a bordo del Itaú, del que es capitán.

No fue extraño que la pasión por el mar haya querido ser traspasada a sus hijos, pero ellos, lejos de entenderla, quedaron antes maravillados con el agua en estado sólido. Recuerdan los últimos del clan que desde chicos, a los tres e incluso dos años, comenzaron con esta aventura blanca. "De apenas tengo memoria que esquío", dice Henrik. "De tres o cuatro años me puse los esquís. En realidad yo y mis hermanos somos primera generación de esquiadores. A mi papá en realidad le gusta la vela y el mundo marítimo", explica el que más brilló en Suiza.

"El que más nos incentivó fue un amigo de mi papá. Él siempre nos sacaba a esquiar a los tres, mi hermana, Henrik y yo", dice Sven, el menor de los Von Appen de la Piedra desde Italia. Ese amigo del que habla es el ex seleccionado nacional de esquí Arnaldo Rotella, el iniciador de todo el clan.

Han llegado lejos, tanto que se han instalado entre la elite del deporte nieve, algo que en Chile, casi como una contradicción por la enorme Cordillera de Los Andes. "Al principio partimos en el club Andes, en La Parva, era básicamente un hobbie. Lo pasábamos muy bien. Pero para mí el tema de profesionalizarme en esto fue más o menos como a los 15 años, cuando partí a Estados Unidos a una academia de esquí con mi primo Kai y ahí todo se volvió más serio", comenta Sven.

En la mesa familiar del clan se habla de todo. Eso sí, por las copadas agendas de los miembros difícilmente se pueden reunir todos en ella. Henrik está dando vueltas por el mundo 200 días al año, Sven y Kai a partir de julio harán lo mismo, eso sumado a los importantes puestos gerenciales que poseen los padres del clan, transforman en una verdadera hazaña conseguir juntarlos a todos.

"Somos una familia súper unida", recalca Henrik, aunque reconoce que los tiempos para poder estar todos juntos son escasos. "En realidad, hablamos más por Skype y Whatsapp". Similar es la situación en casa de los Horwitz von Appen. Kai declara: "Siempre nos ha gustado hablar del deporte, cuando estamos juntos en la mesa tratamos de buscar alguno de los problemas que están ocurriendo en él o en las cosas que estamos haciendo, tratamos de conversarlo en familia y siempre estamos encontrando buenas ideas".

Difícilmente se ponen freno. Henrik ya dejó la universidad para dedicarse de lleno al deporte, mientras sus primos lo analizan muy en serio.

Hay varios antecedentes que vinculan a los Von Appen con la historia de Chile y también la Mundial. Pero a ellos les incomoda. Además del reconocido distanciamiento de sus figuras dedicadas al área financiera y la prensa, el hecho de que el patriarca, Albert, haya sido uno de los participantes más activos del régimen nazi en Chile y Sudamérica, es algo que no les gusta recordar.

Prefieren hablar del presente. Del éxito deportivo en una semana tocada por el destino (dos conquistas en esquí una en vela) que sacó de nuevo el apellido Von Appen a la luz.