Estos días la gran demanda en el Metro de Santiago se ha tomado parte de la agenda pública. Gente desesperada por lograr subirse a un tren y llegar a sus trabajos rápido es una escena de todas las mañanas y tardes, de lunes a viernes. Pero esta es una realidad que no sólo se vive en la capital chilena, sino que también en los trenes subterráneos de México, Tokio, entre otros.

Desde que se pusiera en marcha el Transantiago el año 2007, la afluencia de público en el Metro ha aumentado un 93%. Ante este hecho, los tiempos de espera promedio en las estaciones de mayor demanda son de 10 a 15 minutos entre las 7.45 y 8.45, y las 18.30 y 19.30 horas, lo que claramente demuestra que el tren subterráneo se encuentra operando a su máxima capacidad, especialmente en el tramo central de la Línea 1 y en las estaciones de combinación durante las horas puntas.

Sin embargo, quizás algunas de las medidas que han tomado redes de trenes en otros países, como en Japón y Estados Unidos, podrían ayudar a crear un nuevo metro en Santiago.

METRO EN TOKIO
Por ejemplo, el tren subterráneo de Tokio en Japón, está compuesto por 13 líneas y 205 estaciones, lo que lo transforma en una red bastante extensa y compleja, ya que el 2007 circularon 3.011 millones de pasajeros, pero se han tomado medidas de contención y además de seguridad.

Como complemento cuenta con líneas de tren suburbano y monorail, con una frecuencia de tres a cuatro minutos en horas punta y de cinco a ocho minutos el resto de la jornada, mientras que su hora de funcionamiento se extiende desde las 5.00 horas de la mañana hasta las 00.15.

Sin embargo, algo que llama la atención es que el sistema está controlado por dos compañías diferentes, la que fortalece la competencia entre ellas. Por otro lado, hay tarifa diferenciada, es decir, si el recorrido es de 1 a 6 km el precio es de 160 yenes; de 7 a 11 km es de 190 yenes; y si el recorrido es de 12 a 19 km el precio es de 230 yenes.

Por otro lado, para evitar abusos en los trenes, se dispuso de vagones sólo para mujeres en las principales líneas que atraviesan la capital durante las horas punta.

En tanto, al revisar imágenes de la realidad del metro de esta ciudad en hora punta se pueden observar a "revisores" empujando a la gente para que entren todos en los vagones.

Y como una medida para evitar muertes al interior de las estaciones, la gran mayoría de ellas no poseen escaleras ni ascensores.

LA REALIDAD EN SAO PAULO
El tren subterráneo en esta ciudad de Brasil posee una extensión de 74,3 kilómetros de ferrovías distribuidas en cinco líneas, conectadas por 64 estaciones y a diferencia de lo que pasa en Santiago, estas son dirigidas por la Compañía del Metropolitano de São Paulo, mientras que otra es administrada por la empresa privada ViaQuatro. Esto significa que la línea amarilla fue construida por el gobierno, mientras que la incorporación los trenes, la señalización y las comunicaciones están a cargo de la empresa concesionaria.

Por otro lado, una de las nuevas líneas de este metro ya incorpora trenes automatizados sin conductor. En tanto, una de las medidas más importantes y que permite una mejor salida de usuarios de los andenes es la frecuencia, que alcanza de 90 segundos y hasta 75 segundos en las horas punta.

METRO DE NUEVA YORK
Tiene 468 estaciones y alcanza una longitud de 1.062 kilómetros. Funciona durante las 24 horas del día en casi la totalidad de sus líneas.

Una de las medidas de contención y para evitar atochamientos es que trenes de recorridos calificados como "locales" se suman al circuto principal como trenes express, en horarios punta.