SECRETOS Y ACCIDENTES
por Gonzalo Maza

Enamorarse. Casarse. Tener hijos. La experiencia humana más común se ha vuelto la menos común del cine. Despertarse con sueño, vestirse, tomar desayuno, tener miedo a la vida diaria, a que pase un accidente aunque este nunca llegue. Perder un perro. Enterarse del sexo de un hijo por una ecografía. Manejar comiendo. Llegar tarde a un acto del colegio. Los primeros 10 minutos de Blue Valentine son así. El relato es fascinante: nada es importante y todo es fundamental, porque si el perro perdido aparece muerto, ¿hay que ocultárselo a los hijos o contárselo? ¿Qué les causará menos dolor?

"Siento que los hombres son más románticos que las mujeres", le comenta Dean (Ryan Gosling) a sus compañeros de trabajo de una empresa de mudanzas. "Cuando nos casamos, es con una chica. Pensamos: 'sería un idiota si no me casara con esta chica que es tan genial'. Pero parece que las mujeres van hacia un lugar donde sólo eligen la mejor opción o algo así. Conozco chicas que se casan. Dicen: 'El tiene un buen trabajo'. Se casan con el tipo que tiene un buen trabajo y se va a quedar".

La vida cotidiana puede generar muchas dudas en una pareja: Cindy (Michelle Williams) se encuentra con un ex novio en un supermercado. El le coquetea. Ella arranca. Le cuenta a su marido en el auto. ¿Debió contarle? ¿No era mejor callarse? "Está gordo", le dice ella. "Qué me importa que esté gordo, ¿se supone que debería sentirme mejor?".

Pero los accidentes llegan. Los accidentes que no debieron ocurrir, pasan. Hay confesiones que se disparan al aire y pueden dejar  heridos. Los secretos familiares deben ser administrados: no se pueden contar de un día para otro, ni deben aparecer de la nada. Administrar estos secretos es también parte de un problema narrativo del cine. La intimidad es un territorio tan frágil que puede ser destruido por una información mal dicha, o dicha en el momento incorrecto. En eso el cine y las parejas se parecen.

Lo más fascinante de Blue Valentine, y ya podemos decir a esta altura que debe ser la película más sentida y sensible de la temporada, está en la conciencia de esa fragilidad, en esa construcción misteriosa que da la convivencia cotidiana a través de los años. No es el misterio del enamoramiento, ni el drama de la ruptura; es lo que está al medio, un espacio que se filma poco a no ser que esté plagado de conflictos dramáticos exagerados por algún guionista que evitan descubrir que el verdadero conflicto es precisamente la ausencia de conflicto.

Blue Valentine está lejos (felizmente) de la perfección, pero sus personajes y los momentos que construye Derek Cianfrance (ex documentalista de TV que demoró más de 10 años en hacer su segunda película) son entrañables y poco frecuentes. Cindy y Dean no tienen total conciencia de su lugar en el mundo como pareja (como ocurre con Richard Linklater en Antes del amanecer y Antes del atardecer), ni están imbuidas por el espíritu de su época. Su principal desafío está en enmarcar un pequeño conflicto personal y hacer sobrevivir a sus personajes, con la preocupación de estar desactivando una bomba. Tal nivel de cuidado se lo merecen los personajes. En esa sobrevivencia, ni más ni menos, está la experiencia vital que todos compartimos.

Blue Valentine
Director:
Derek Cianfrance.
Actores: Ryan Gosling, Michelle Williams, Faith Wladyka.
Género: Drama (112 minutos), EEUU, 2010.
Mayores de 14 años.

UNA HIJA A LA DISTANCIA
por Pablo Marín

Hija de miristas, Macarena Aguiló tenía ocho años cuando su madre decidió volver a Chile en la Operación Retorno. Durante buena parte de los 80 vivió junto a hijos de otros que volvieron clandestinamente a resistir a Pinochet. En Bélgica y luego en Cuba, tuvo hermanos y padres "sociales" que completaron su crianza en ausencia de la familia biológica. En medio, recibía cartas de la mamá, quien le comentaba sobre el sentido de la lucha en Chile y cómo anhelaba el reencuentro. Esta experiencia, así como documentos y sentimientos acumulados por ella y por otros, salen a la luz en El edificio de los chilenos. Ya el sumergirse en un capítulo poco conocido del exilio chileno valida la cinta en tanto aporte a la historia reciente. Pero la inmersión en primera persona que encarna Aguilar supone también una ordalía emocional de la que no se sale indemne: una historia de desencuentros, de padres dolidos e hijos carenciados, de directrices superiores que se impusieron al llamado de la sangre. La cinta asoma como una confesión que instala el factor generacional y las cuentas pendientes como ejes dignos de la mayor consideración.

El edificio de los chilenos
De Macarena Aguiló.
Documental (95 minutos), Chile, 2010.
Todo espectador.

TENGO UN MAL PRESENTIMIENTO
por Alejandro Alaluf

Las películas de la saga Destino final se han caracterizado por contener muertes creativas, suspenso, gore y la infaltable premonición del protagonista, que ve cómo todos los personajes fallecen de manera horrible a partir de una catástrofe aparentemente accidental. La premisa es siempre la misma: es imposible engañar a la muerte, a la larga, el gran "villano".

Un grupo de compañeros de trabajo se reúne para partir en bus a un retiro laboral. Todo parece normal, hasta que Sam Lawton tiene una visión: ve que el puente donde se encuentran colapsa y muere todo el grupo. A los pocos segundos de salir del bus, el puente efectivamente cae. Los sobrevivientes comienzan poco a poco a morir en extrañísimas circunstancias porque, claro, los planes de la muerte no pueden ser evitados. Si bien la estructura de esta quinta parte no varía demasiado, el suspenso está bien orquestado. Además, el hecho de que haya sido rodada en 3D le da un carácter especial a las situaciones de muerte. Finalmente, los guiños a los filmes anteriores y el final sorpresa la encumbran quizás como la mejorcita de la serie.

Destino Final 5
Director:
Steven Quale.
Actores: Nicholas D'Agosto, Emma Bell, Miles Fisher.
Género: Terror (92 minutos), EEUU, 2011.
Mayores de 18 años.

MUCHA ACCION Y POCO MAS
por René  Martín

La dupla formada por el director Michael Winner y el actor Charles Bronson entregó algunos de los títulos más notables del cine de acción B. Una de sus colaboraciones más logradas The mechanic, filme que abre con una secuencia de 15 minutos de silencio, mientras el asesino profesional Steve Bishop (Bronson) prepara su plan para acabar con su nuevo blanco asignado. Lo que Winner y Bronson buscaban, más que la acción pura, era la sicología del asesino solitario. Pero hoy Hollywood es otro. En el remake de esta cinta, dirigida por Simon West y protagonizada por Jason Statham, la sicología queda de lado, la acción entra a raudales y los silencios son rápidamente aniquilados con disparos, golpes y patadas.

Bishop es el mejor en su oficio. Trabaja para una gran corporación. Las cosas se complican y termina entrenando a quien podría llegar a ser si no su mejor amigo, sí su reemplazante: Steve (Ben Foster).  Joven e impulsivo, Steve pronto comprende que las traiciones se viven a cada momento. El especialista no defrauda en su entrega de adrenalina y suspenso, pero no va más allá.  Entretenida y olvidable.

El especialista
Director: Simon West.
Actores: Jason Statham, Ben Foster, Donald Sutherland.
Género: Acción (93 minutos), EEUU, 2011.
Mayores de 18 años.

UN HEMINGWAY TIMORATO
por Daniel Villalobos

Basada en una historia de Hemingway, esta cinta de época se ambienta en la Europa idílica y semipoblada de la entreguerra. David Bourne (una versión del propio Hemingway joven y audaz) viaja por la costa junto a su novia, una norteamericana ansiosa de nuevas experiencias dentro y fuera de la cama. Ambos conocen a una rica heredera local, con quien forman un trío romántico de consecuencias inesperadas.

El veterano director Irvin (Los perros de la guerra) usa la historia original como plantilla para construir una fantasía biográfica sobre un Hemingway timorato, juvenil y de poco seso, a medias dominado por las mujeres y a medias obsesionado con el recuerdo de un padre autoritario.

Lo mejor es la atmósfera de relajo y libertinaje que Irvin despliega a lo largo de magníficos paisajes. En estricto rigor, este hubiera sido un gran filme softcore de haber seguido honestamente ese rumbo. Pero su deseo de respetabilidad le lleva a la vereda opuesta. Así, termina alejándose de la vida e instalándose en lo académico, una opción que el propio autor de El viejo y el mar habría rechazado.

El Jardín del Edén
Director:
John Irvin.
Actores: Jack Huston, Mena Suvari.
Género: Drama (97 minutos), EEUU, 2011.
Mayores de 14 años.