Cerca del 70% de los estadounidenses apoya el controvertido acuerdo pactado entre la Casa Blanca y los republicanos del Congreso para extender los recortes de impuestos, según una encuesta divulgada hoy.

El sondeo, realizado para el diario The Washington Post y la cadena televisiva ABC, fue divulgado el mismo día en que el Senado someterá a un voto de procedimiento clave el paquete de recortes tributarios y subsidios de desempleo, pactado la semana pasada.

La encuesta reveló que el 69% respalda los cuatro principales componentes del acuerdo: la extensión de dos años de los recortes tributarios para todos los estadounidenses, incluyendo los ricos; extensión de 13 meses de los subsidios de desempleo, y un recorte a los impuestos a la nómina laboral de las empresas.

El paquete también establece un límite de cinco millones de dólares en los recortes a los impuestos al patrimonio.

El sondeo indicó que sólo el 38% apoya apenas dos de los principales elementos del acuerdo, que afronta la oposición de muchos demócratas en el Legislativo.

En general, la oposición al acuerdo se debe a que añadirá otros US$900.000 millones al déficit presupuestario.

En el caso de la mayoría de los demócratas, la queja principal es que la extensión de los recortes tributarios aplicará también a los ricos.

Aún con esas objeciones, el 62% de los encuestados apoya el acuerdo.

En el Congreso
Aunque se prevé que el acuerdo pase su primera gran prueba en el Senado esta tarde, la medida afronta una lucha cuesta arriba entre los demócratas en la Cámara de Representantes.

Una vez que el acuerdo sea aprobado en el Senado, previsiblemente el martes o miércoles, éste se someterá a votación en la Cámara Baja.

Pero el líder de la mayoría demócrata en la Cámara baja, Steny Hoyer, dijo hoy que los demócratas buscarán realizar cambios al plan, principalmente en lo que se refiere a los recortes tributarios al patrimonio para la gente rica.

El presidente de EEUU, Barack Obama, encabeza una campaña de presión junto a miembros de su Gabinete para que el Congreso apruebe el plan. De lo contrario, 150 millones de estadounidenses verán un aumento en sus impuestos, según la Casa Blanca.

El viernes pasado, Obama incluso apareció junto al ex presidente Bill Clinton para tratar de "vender" a la opinión pública los beneficios del plan, que extiende los subsidios de desempleo a dos millones de personas.

Los recortes tributarios fueron promulgados durante la presidencia de George W. Bush, pero vencen el próximo 31 de diciembre.

Durante una conferencia telefónica, la secretaria del Trabajo, Hilda Solís, reiteró hoy que el acuerdo beneficiará a las familias hispanas de bajos recursos, ayudará a crear empleos, ampliará los beneficios a los desempleos, y evitará que millones de personas paguen un promedio de US$3.000 en impuestos a partir de enero próximo.

Muchos latinos se beneficiarán del acuerdo, que aunque "no es perfecto", estimulará la economía y permitirá que las familias retengan más de sus salarios, según Solís.