La primera dama de EE.UU., Michelle Obama, defendió hoy con firmeza a su esposo y candidato a la reelección, el presidente Barack Obama, quien "conoce el sueño americano porque lo ha vivido" y en cuyas promesas se puede confiar porque mantiene las convicciones que lo llevaron a la Casa Blanca.

"Barack Obama sigue siendo el mismo hombre de quien me enamoré", explicó Michelle en un emotivo discurso durante la jornada inaugural de la convención demócrata en Charlotte (Carolina del Norte).

Al igual que su abuela, incluso en los momentos más difíciles, el presidente mira hacia adelante "con paciencia y sabiduría", y "me recuerda que estamos en un juego largo, que el cambio es duro y lento, y nunca sucede de repente", subrayó la primera dama.

Radiante con un vestido fucsia, Michelle ofreció un discurso muy personal y recordó las "alegrías simples" de la familia como ver un partido de fútbol el sábado o ir el domingo a casa de la abuela cuando vivían en Chicago.

Como madre de Malia y Sasha, dijo que hace cuatro años estaba "segura de que (Obama) sería un presidente extraordinario" pero le preocupaba cómo impactaría en sus dos hijas el traslado a la Casa Blanca.

"Barack y yo fuimos criados por familias que no tenían mucho en términos de dinero o posesiones materiales, pero nos dieron algo mucho más valioso, su amor incondicional y su sacrificio inquebrantable", remarcó.

La abuela de Obama Madelyn Payne Dunham "creía en la promesa fundamental del sueño americano" de la recompensa al trabajo duro "y nos resucitó" con su ejemplo, afirmó.

Destacó valores como la honestidad, la integridad, la dignidad, la gratitud y la humildad. "Eso es lo que somos", subrayó.

Después de tantos "momentos que han puesto a prueba a mi esposo de una manera que nunca habría imaginado, he visto de primera mano que ser presidente no cambia quién eres, sino que revela quién eres de verdad", reflexionó Michelle.

Obama "nunca ha olvidado cómo empezó" y cuando se trata de la reconstrucción de la economía, de la salud o de la educación, según la primera dama, piensa en sus valores y en dar a todas las personas "las mismas oportunidades" que lo ayudaron a él a tener éxito.

La historia de Estados Unidos "es de inquebrantable esperanza fundada en la lucha implacable" y eso "es lo que ha hecho posible mi historia, la de Barack y tantas otras", enfatizó.