El ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, negó hoy que haya recibido presiones de sus socios europeos para prolongar el programa de asistencia financiera concedido al país para sanear su banca, una vez expire a finales de año.

"No, en absoluto, no he tenido presiones de ningún tipo", afirmó De Guindos en una rueda de prensa al término de la reunión informal de titulares del ramo de la Unión Europea (Ecofin).

"Hemos acordado que en el mes de noviembre tomaremos formalmente la decisión sobre el programa de asistencia financiera", añadió.

El secretario de Estado español explicó que los socios de la moneda del euro tomarán en noviembre la decisión formal sobre el cierre del programa, una vez finalice la cuarta revisión a cargo la troika, la tríada formada por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Respecto a las voces que apuntan a la conveniencia de que España solicite una prórroga del programa o una línea de crédito europea de la que pueda disponer en caso de necesidad, De Guindos indicó que "lo importante es lo que se dice oficialmente y lo que luego tiene efectos desde el punto de vista de la legalidad comunitaria".

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, afirmó este viernes que aún es "demasiado pronto para decir" cuál será la fórmula que se aplique a ese país. Además, recordó que el programa de saneamiento de la banca española "ha estado en el buen camino y se mantiene en el buen camino".

De Guindos coincidió en este análisis y recalcó que el país no necesita una prórroga del programa ya que "la situación es completamente distinta" respecto al momento en que el gobierno español solicitó a sus socios asistencia financiera para sanear su sector bancario.

"España tuvo que pedir asistencia porque las condiciones de acceso al mercado eran extremadamente difíciles", señaló el ministro.

"Hoy la situación es completamente distinta" y el país "no tiene problemas para financiarse en los mercados y se han despejado las dudas", apuntó.

Además, destacó que se ha logrado disipar la dudas en torno a la solvencia del país, "que eran injustificadas".

De Guindos se mostró "convencido" de que España terminará su programa a finales de este año y que solo deberá mantener informados a Bruselas y sus socios del euro sobre cómo evoluciona la situación en el país, en línea con lo establecido en la legislación comunitaria.


Devaluación Interna

El títular de la cartera española de Economía también afirmó hoy que su gobierno "no es nadie" para decidir una "devaluación interna" en el país (bajada de salarios y precios), al tiempo que defendió que España es el Estado que más competitividad está ganando en la zona del euro.

Lo anterior en respuesta al informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que se reclamaba esa devaluación interna en España y más reformas en el mercado laboral.

Esa devaluación interna pasa fundamentalmente, según han apuntado en otras ocasiones el FMI y la Comisión Europea, por una rebaja general de los salarios en España, que algunas instituciones fijan en un 10%.

De Guindos insistió en que el Ejecutivo "no es nadie para decir cuánto tiene que ser la devaluación interna o no" en el país para aumentar su competitividad y sólo le corresponde poner el marco "en término de los parámetros de la negociación colectiva, para que eso se lleve a cabo". 

"España en estos momentos seguramente es el país de la eurozona que más competitividad está ganando", agregó De Guindos.

El ministro español recalcó que la mejora de la competitividad del país se deja ver en la evolución favorable de las exportaciones nacionales. Subrayó que la posición de la cuenta comercial este año se situará "cerca de un equilibrio, una situación prácticamente sin precedentes", y que el país logrará superávit en la cuenta corriente.