El motor "imposible" EmDrive, capaz de producir energía a partir del vacío, superó los primeros exámenes en el Centro Johnson de la NASA.

Los primeros resultados, publicados en la revista Journal of Propulsion and Power, indican que el dispositivo, que viola algunos de los principales cardinales de la física, funciona, aunque sea débilmente.

Los resultados ponen en ebullición a toda la comunidad científica, pero aún permanecen muchas dudas.

"Parece demasiado bueno para ser cierto. Si fuera así sería una revolución para toda la civilización", dijo el experto en propulsión espacial Giancarlo Genta, del Politécnico de Turín.

Nacido de una idea del ingeniero británico Roger Shawyer, el motor EmDrive parece capaz de producir un impulso sin expulsar ningún propulsor. Si esta tecnología realmente funcionara, revolucionaría de hecho todo el mundo de la física.

Recibido inicialmente por los expertos con frialdad, EmDrive sin embargo ahora está logrando un espacio cada vez mayor en el debate científico.

Los tests realizados en estos años siempre habían dejado espacio a los críticos, pero las nuevas medidas llevadas a cabo en el Centro Johnson podrían marcar un punto de giro.

"Pese a que el impulso medido fue pequeño, parece haber algo realmente", agregó Genta.

"Es obvio tener todavía todas las dudas del caso, un sano escepticismo -agregó- pero ahora hay un estudio publicado en una revista autorizada y con una institución que pone la cara".